viernes, 13 de febrero de 2015
Versiòn del Mar
Nada nos puede dar una versiòn del mar, tan
fuerte o poderosa como la que es formada por
nosotros mismos. Nada puede tener los mismos
caracoles. Las mismas olas o esa respiraciòn
ante èl oceano, a cada instante extendida
hasta perdurar en el olvido de
nuestra memoria.
Nada nos ofrecerà una armadura.
Caerèmos por sedes celestes donde los
adivinos anunciaron un pedazo de papel en tu cara,
durante la ascenciòn de ese rostro hacia una
cabalgadura de helio, donde el
sentido de un amanecer
rota entre sonidos
de alambre, que dejamos en
los escalas de una boina. De un suelo
tocado por el tropel de aquello que suele
decirse inspiraciòn muy lejos del ancla, en los
instantes en que versiònes del oceano
se convierten en todo lo que
podemos ofrecer a nuestra
vida.
Pero eso que vemos como una crispaciòn
no es nuestra vida.
Nuestra versiòn del oceano es mas solitaria.
Un poco màs poderosa.
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