domingo, 30 de septiembre de 2012

Mortalidad Intelectual del Poema







La estrella abre sus ojos por primera vez.

El universo conoce perfectamente que es muy tarde
para lo que de ella esperaba.

Una conciencia acerca una constelaciòn,
una galaxia.

La austeridad de todo agujero negro es ahora màs
presente que nunca.

Las cosas parecen lacteas como una via.

Una brisa de paràfrasis enamora mi libertad
con ese celaje que cae del infinito.

Sè que no debo hablar de infinito.
Menos al lado de la libertad.

Son cosas muy hondas para un hombre que vive
como yo, entre superficies.

Un cefiro derrama hiàlino la inmortalidad
de los puentes. Sobre escaramuzas de estro
los hijos del aura degollan la providencia.

Lo ùltimo que queda de su vuelo.

Y en uno de mis ùltimos actos...

Yo bebo de su sangre.



Guillermo Isaac paredes Mattos

Visiòn Literaria del Maleficio





La palabra nos desconoce. A lo sumo
su intuiciòn nos dice que existimos.


Labràn las uvas su papel domèstico.

Su abeto de tigre.

Labra el semen su estampa. El escarnio.

Un girasol sin tallo corre a la tarde.

Libera un leprosario su mundo de heroes
bàsicamente ìdolos.

Repite la exègesis una herida que no conocìa y
literaria.

Rompe la piel mi humanidad, el tejido
sagrado sin orbe.

Mis capìtulos son irreconocibles ahora
decapitan pedazos sin talla.

Espòletas, grandiosas formaciones y
batallones de hierba doblan sus jardìnes.

Puedo sentenciar que en uno de ellos
yo vivì.

Puedo sentenciarlo.

Pero no decir que fuè mi
maleficio.




Guillermo Paredes Mattos


Ensayo del Trapecio y la Garrocha







Nosotros vivimos en un paìs donde grandes titanes
disputan un punto a los
cadaveres. Màs allà lucha un gigante.

Nos alejamos sobre huèspedes que duermen eternamente.
Desde ellos reflexionamos sobre el sigilo
y el preludio. Pregùntamos a veces, sobre esa vida
perdida en el sueño, errante en la perpetuidad
de aquello que
sumergimos
que enterramos, a lo cual el universo diò
una làpida de aire.

Algunos pensaron que era de agua.

Y nos decimos. De aquì a cualquier pètalo
siempre habrà una distancia.

Esa distancia parece muy pequeña,
pero no lo es.

Es sòlo una diferencia cuyos amargos botines
deàmbulan por el cielo
ensayando en ramplas de topacio
el rumiante lugar del musgo
el silencio radiante de una humedad
el bolido desconocido que nos amenaza.

Nosotros vivimos en un poema donde
todo vibra en el riesgo.

Un poema sin antorchas ni garrochas.

Uno que cae eternamente
pero no en la eternidad.

Sino en abismos profundos y luminosos.

Uno de ellos podrìa ser
el miedo.



Guillermo Isaac paredes mattos

Poesìa Atòmica de las Sombras











Yo he vivido con una entrada
a la nieve.

Lo hice sin llegar a ser hipotèrmico


.................

Y desde un sol lunar fuì depuesto por lo que
no es oido.


Impronunciable y extraño como un eco busquè la solidez,
la catalina de todas las biciclietas en
la tierra.

Quise incendiarme pero no tomè en cuenta la voluntad
del fuego cuando quema.

Quise el ser del agua, el molino del aura, el extravismo donde
la espuma puede explicarnos que religiosamente
no se llega a un atòmo.

Esto ùltimo es casi teorètico cuando no se cree
en si mismo.

Cuando devolvemos en demasia la mirada.

Cuando creemos que el ojo frente al nuestro
es el verdadero.

Eso no es cierto.

-No estoy jugando con  la verdad, pues no
he dicho que sea mentira-

No es cierto.

Eso es verdadero como un cristal de magia
que muestra su espìritu
en las sombras.





Guillermo Paredes Mattos





viernes, 28 de septiembre de 2012

El Ciclo Original








La coincidencia escribe destino.

El destino, totalmente extrañado dice
arquetipo.

El sìmbolo se acerca para abrir un
canto.

Todo està en su lugar ahora y teoricamente
mi practica de violines
recuerda traversas
muecas de precipicios donde es tomada
la providencia
igual que un dirigible.

Todo es tan exacto y ello origina
el màs profundo miedo.

Entonces el misterio emerge.

Como un sacrilego demonio emerge
y dice no.

Entonces, sòlo entonces
hay que empezar
de nuevo.




Guillermo Paredes Mattos

Los Pubis Del Aura








Aquiescencia
das a la figura la conmociòn muy temprana
de ser reconocida por el verbo
en los trastos del recogimiento
iluminados por un
patio.


Yo, no querìa hablar de iluminaciòn...Pero mira
Nuevamente recitamos como un rostro
premunido de loco, insalvable ante un cefiro
que lo derrama todo, incluso la magia. Otra vez
recitamos lo que dejamos como otro,
extasiados por ese movimiento
que campea en el
vacìo.


Mediana la torre aquiescencia
donde ascendiste con el estro,
a perfeccionar una nota, un trompo
o un hecho mas que cotidiano
y presentì por ello los arcanos presagios
que coronan el placer,
nuestra inclinaciòn por un higado
nuestra formaciòn de tridentes.


Todo aquello tan antiguo.

Enamorado de reptiles, sangrando entre
univocos pasos,
defendiendose de realezas
donde eran los matriarcados quienes
marcaban la pauta del conejo,
el agujero del agua,
el comportamiento de dios ante una figura.

Y su pulso de acertijo.

De criminal y violento vaticinio en los
pubis del aura.






Guillermo Paredes Mattos

Primera Dimensiòn del Halo y la Experiencia








Ahora el oceano busca su orilla. La que
pertenece a su alma.

Cualquier espacio podrìa convertirse en ella.

El aire que lo conduce vuelve a convertirse en sospechoso.

Todo lo que posee pulmones detràs de su intenciòn
es una amenaza.



Desde las olas las cosas se repiten.

La historia y los planteamientos que hacemos
de nuestra mirada. El manuscrito encerrado en los ojos.
La sensaciòn prisionera en la piel. La conciencia
de su patio subliminal, encantador
de dones y talentos.


Desde las olas, espigones y muelles
no son los mismos. Y ese lapso de cresta
deteniendo una fàbula
tiene que someterse al halo.

Porque en el halo nace su necesidad.

Ahora puedo decir aunque,
decidirme a tensar una forma pàgana,
cubrir de idolos mi inmensidad,
abrigar un triste nihilismo que nocturno
cae en la primera metàfora.
Un triste nihilismo muy mìo.
Tan personal que pueda creerse las quimeras
de mi patio. Incluso las màs hambrientas
de espacio.

Regiones de lenguaje me borran de su equilibrio.

Sustancias de plomo
me desvanecen de sus andamiajes.

Otra vez el pèndulo reencarna su corazòn
en el peñasco.

Nuevamente el planear del aguila es
un grito.

Un arsenal de hipodromos
donde en los hombros se borra una lampara.

El universo indomable.

Una hipnotica pantera.

Un trance como la experiencia donde
no nos damos cuenta de nada.

Sòlo de que los objetos
existen de una sola manera.





Guillermo Isaac Paredes Mattos


martes, 25 de septiembre de 2012

Las Farsas de mi Creaciòn







Cuando describimos la misma mañana desde
una ventana.

Cuando el vidrio de esa ventana es cristal
aùn incrustado en el cuerpo.

Y esa maravilla en la piel es indomable
como una luna escocesa.

En las falanges celestes y blancas de todos
mis capitulos.

Mientras el vuelo se detiene y el aullido
muestra cartas de hidrògeno.

Fanàticas tradiciones de hipòdromo,
deltas postrando su aro ante el desmayo.

En la fè, la fè que reclama, que es intensidad,
que revoluciona y escarba minuciosamente
sin sentido. Perdida en su espacio, dominando
ese espacio que llega sembrado de ruinas.

Apostado en la veleidad.

Con nociones de reo en sus muecines.

Sensualidades del desamparo en los mitos
defendidos por la carne
cuando la pus se acaba.

Y alguien ajeno a su propia vida
llevandola incluso al dolor de sus parpados.

Cree que su deber es crearla.




Guillermo Isaac paredes mattos

La Encrucijada Desnuda.







Vivì epistemològicamente, pero 
no buscaba ser sabio.

Eso puede ser contradictorio.

-Un epistemòlogo es siempre de madera-

Habla de madejas, sirve para que algunos 
como yo iluminen su demagogia.

Percibo màs la fatalidad que las regiones
donde concebimos un halo.

La disputa del iris entre dos opciones.

La derrota y su fracaso.

El secuestro del ambar.

Los topacios del crear en el corazòn
son como jamàs podrìa anunciarlos.

Las tramas dentro del alma
son siempre inimaginables.

Terminan como una encrucijada
en nuestra garganta
debido a la canciòn gutural
que poseemos.


Tan guitural que no sirve para alcanzar
un idioma.

Pero sì, lograr desnudarlo.



Guillermo Isaac paredes mattos


Los Atomos Espirales







No soy este dìa.
Una forma como esa es la sombra.
El ave dividida y sedienta.
Mi tropiezo sigue siendo lunar y equidistante.
No tengo porque sacrificarme por
una sola de mis palabras
para ello està el poema.
Allà èl donde se quema y aborta su vida.

Soy un poco mi yo desconocido.
Su anticuada visiòn del golpe y la caida.
La experiencia si religa o no sus parapetos.
No soy el que se desnuda en una palabra.
La base gramatical del adjetivo.
Su paso por la aurora o el libro de 
los planetarios, cuando eso que conmueve
tambièn informa y como un equilibrio
de ironìas nuestra soledad
es sòlo un pequeño sarcasmo.

Dirè encarnizado.
Dirè que la lengua continua su paso
de los cementerios.

Siempre llevando a otros.

Siempre adormeciendo a seres que no
conocemos.

Que ni siquiera en sueños
veremos.

Alguien que pudo pero finalmente no 
es nuestro.

Ni reflexiona antes que el mar
se convierta en intuiciòn.

Y la arena en hojarasca.


Guillermo Isaac paredes mattos


sábado, 22 de septiembre de 2012

Psicologìa de mis Idolos






Espero que las andanadas digan mañana lo mismo.
Que entre la audacia y lo contemporaneo se abra
ese cisne que nunca encuentra las cosas, que imita
su pasado entre la redenciòn del presente, sucio
y extraño como una agitaciòn, una cumbre.

Porque el presente labra contradicciones y sepias.
Hojarascas segùn la aproximaciòn al agua
y no existen redenciones debajo de la arena
allì donde las flores son mas extensas pues
sus raices no buscan otro derrotero
si no es, bajo ellas. Y màs.

Hasta llegar  a las entrañas de la tierra.


Aguardo màs palabras todavìa: no pueden oprimirse,
las que no logran estrecharse, ni formar jamàs
su nombre, pero agitan sus sombras
entre tinieblas y fantasmas
buscando una hora
un hilo
un estandarte que las aleje de nosotros
y nunca sean devueltas a la realidad
con una herida personal 
para pronunciar: Esto fuè mìo. 

Este es mi alabastro.

La villa de coral devuelta por un circulo
de heridas a los hombres.

Porque en el reflejo de los nuestros
encontramos los suyos.


Guillermo Paredes Mattos


viernes, 21 de septiembre de 2012

Conciencia Material de la Muerte







Nunca sabrè si èste exhalo es equilibrio.
Los elementos de una mañana donde 
la vida termina de llamarme.
No logro defenderme de cuanto pienso
y cuanto hago.
He dominado ello con la imperfecciòn
de las cosas absolutas.
Con el pànico del mito en un violìn.
En un vuelo sordo.
No tengo conciencia de mì en el silencio.
El silencio es una soledad disfrazada y no
existe soledad que tenga un proposito.
Aùn si èste fuera el de ofrecernos a un laberinto.
A la sangre donde se bate un sacrificio.
Al dolor arquetipo.
Y màs allà donde no empiezan las cosas.

Nunca he vivido tanto como cuando no hacìa
nada y miraba el vacìo de una silaba.
En tembloroso engaño de un verso.
Como hombre no sè a dònde ir en un poema,
mucho menos lo sabrè como poeta.
El poeta y la poesìa es otro tipo de angustia.
Otra formaciòn de dolor entre colores
de muerte. Entre sìmbolos de mausoleos.

Jamàs hesido màs extraño segùn la perdiciòn
de una silla donde me hallè frente al aura sin 
un grito en mis manos. Pero mi espìritu confundìa
ese instante y el secreto rendìa sus naves
a tuertos inconmovibles. Allì pedì otra oraciòn
a la vida, otra sentencia capaz de inmolarse
como lo hace la naturaleza.

Sin que la muerte pueda alcanzarla.



Guillermo Isaac paredes Mattos

Re-creaciòn Mortal de mis Venas








Recorro mi necesidad. No es una aguja.
Es parte del misterio.

Màs allà un candelabro. Un planeta
de sed, es todo lo que cuelga en su hemisferio.

Con ese planeta jamàs formarè constelaciones.

Tambièn existe la nebulosa de can.

La histeria donde las fabulaciones escriben
con en barro. Ya antes su poesìa pasò del carbòn
al estro. Antes, enfrentò las palabras
con las cuales el estilo quizo dominar
mi corazòn. Pero corazòn que jamàs 
logra conocerse, no duerme entre nada,
no puede conquistarse.

Apenas respira entre sì mismo.



Desde èste planetario
dirìa que los hombres se alejan cada dìa
teñidos de corales, que sus ojos son yelmos
y sus guerras, pasos de tretas
o sabidurìas.

El conocimiento entre ello mira apurado con
el soplo de quien ciega sus ojos
por vez primera a la realidad
para ser sellado en
una esquirla.

Para que el suspenso deje un pedazo
de conmociòn antes que se
rinda.

Antes que no quede una sola gota en 
sus venas.

Porque entonces no quedarà nada 
de nosotros.



Guillermo Isaac paredes mattos



jueves, 20 de septiembre de 2012

Transculturalidad del Hipopòtamo





He allì una làmpara.
Un mortero contemporaneo en ella.
La existencia del velo y una fronda, introducidas
por juicios populares
y atomos terroristas.

Como un arcano sedicioso del ente.
Como el nivel vaporoso-cultural
del intelecto al
abandonar el crear, existe una làmpara: Semeja
traumas y toda la vida eleva cartas
mensajes ginecològicos al lenguaje.

En su brillo habitan pensamientos y huespedes,
en su terror sòlo cortinas de humo. En ese brillo
hay sòlo psicosociales si se quiere.

En ese resplandor no existen definiciones,
todo es linchamiento.

Un patriarca: La nebùlosa que
empalamos.

Como un tramite subliminal del sentido tomado por
el hecho, ese tramite por ser subliminal
ha perdido sus lazos con la realidad
para construir un hipopòtamo.

Un hipopòtamo que es inefable.

Un hipopotamo que busca la noche
para ser diurno.

Uno que sabe que toda salvaciòn consiste en
extinguirse.

He allì una làmpara, una que trastocadamente
camina a un hipòpòtamo.

Pero no es un mamìfero.






Guillermo Isaac paredes mattos

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Habitante de la Acupuntura






No soy paciente para algunas cosas.

Eso lo saben los objetos, los elementos que
tarde o temprano terminan escribiendo mejor
que yo de mi soledad. Aunque èsto puede
ser una paràbola.

No soy paciente para la belleza buscando en
cada aurora su ideologìa.

Què estètica no es una gran ideologa...

Una demagoga de las reencarnaciones, de mi
polìtica cristiana, pensante en rededor
como un mitòn
sembrado en una alhambra.

Què estètica no termina mintièndose al mirar
sus cabelleras, al recordar que un reflejo no es
la dama ni el caballero en sus reliquias
porque esos pergaminos que busca
tensan maniobras desconocidas
enfermedades como el atleta
sobredimensionado neologisticamente
apurado en su rato literario
tocando eso ya es imposible en los àngulos
en la pureza de una hoja
en la limpieza de mi muerte.

Desde esos adjetivos -hechos de tantos caracteres-
es que nos probamos a nosotros.

Desde esas intemperies es que elegimos
un planeta.

Y dejamos que nuestro espìritu reitere
la conmociòn que agoniza
al resplandecer en ellos.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

Digitaciòn de un Fetichista








Es posible que llegue a mì si algùn concepto
del aire lo hace subliminalmente. Como el aura.

Pero, decir del aura segùn normas cientificas
es un trato con la inocencia.

Una marcha segura, no a la muerte. Menos
a la inspiraciòn.

El verso derrama mucha lògica cuando lo hace,
porque no conoce otro camino. Al menos, el
que escribo.

Seguramente poseo neologismos como la
condiciòn del arte una noche de naturalezas.

De sediciones y venganzas, seguramente
aùn intento buscar un homicida, alguien que
elabore junto a un druida el canto mortal
cuando se agita - por decirlo - de verdad.


Originalmente yo deseaba una curvatura
mientras las sìlabas proporcionaban
su fonetismo. Originalmente
veo que sigo siendo
un hipocrita
cuando desfallece el canto mortal
de mi lògica.

Tan sòlo un extraño fetichista.




Guillermo Isaac paredes mattos

Nuestro Camino de Nichos






Nuestro camino es de nichos.

Una pared de galgos...Sobre su acuario el
sobrecogimiento comprueba que el instante
es un enviado. Un hombre que habla de sol,
un portento inutil.


En la transparencia llamada realidad
es sometido a pruebas como el aire
a conflictos y suaves runas
de epifanìa y toda sutileza del espìritu
cayendo del sueño
ve allì el valle domado por la herida.

Pero este sendero es ya una inflexiòn.

El puerto sitiado de albumina.

La racha del corzo al escoger.

El husped multitudinario
del oido.

La versaciòn de una banda huyendo
en el cesped.

Junto a alguna sensaciòn extraña.

Unido a una impresiòn vacìa entre
sus versos.




Guillermo Paredes Mattos

martes, 18 de septiembre de 2012

Los Racimos de los Sacrificios






Espero que la realidad tenga otro dìa
porque los que no conocì terminaron.

Otro dìa en el sentido del sol.

En el significado de la uva encerrada
en las piedras.


Què queda ahora cuando mi noche
està sola, pero es nocturna.

Què existe debajo de sus cuadros,
abiertos a un tranco
sangriento y comùn, igual a la deriva.

Còmo sobrevive con sentidos de sol y uvas 
encerradas en las piedras.

Cùales son los nombres que eligiò
para sus bozales.

Què clase de mordedura.

Què funciòn de sìgno.

Espero. No quiero un mundo como el 
brillo en mi desastre.

No busco una fabula que calle ante el 
monte y las pautas de
este limbo.

Y su lampo cualquiera.

Estrepitòsamente en una tregua con
la magia
y los bosques de los sacrificios.




Guillermo Paredes Mattos

Lenguaje del Arco y de los Iris







Nosotros que hemos viajado, màs que por el amor,
entre la duda.

Que hemos dado un paso como el presagio, pero 
no como la divinidad.

Que dimos a la flor el ùltimo aliento de la arena
y al mar el grito de la desvanecencia.

Que escribimos personales de un dios con yo 
subjetivo, preparando siempre las maletas.

Nosotros que hemos encontrado en lo temerario
uno de los libros, pero no aquel
que brilla entre los
acantilados.

Ese libro que pesa como un muerto.


Nosotros que sabemos de grados centigrados 
y mechas para esparcir sòlo polvora
sobre la tierra.

Que alienados, como la enajenaciòn
despedimos anarquicos racimos entre los caballos.

Que nunca dejamos los arcos.

Y dormidos sobre las notas de los arco iris
enseñamos a su alma
que provienen del
aura.

Nosotros que separamos ese arco.

Y sòlo nos quedò el
iris.




Guillermo Paredes Mattos





lunes, 17 de septiembre de 2012

Mitologìa del Papel







Toda informaciòn es como un personaje.

Una conformaciòn del agua
medida por la tierra.

En los lirios del apogeo hablamos de ella
como un esqueleto.

Semejante a una figura buscàndose dentro 
de una figura, arrastra su espìritu 
a los cisnes
a la posiciòn de un arca
a una historia de huesos escondidos entre 
la carne. 

- Bajo ellos hay un cadaver-


Tal vez desde su boca, un un botìn 
de luz vuelve a recordarnos
que las sierras 
doblan nada màs que alfanges
y que èsta retirada de sangre mira 
en ellos la mitologìa de una arteria
confundiendose con el papel.

Con su lucidez a veces.

Misteriosamente.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

El Equilibrio de la Imaginaciòn







Descubrì que el viento era sòlido.

Que yo y el espacio serìamos esporàdicos.

No habìa nombre para esos lugares, asi 
que tomè la decisiòn de escribirlos
en el tiempo, con la condiciòn
de hoy y el pasado.

Màs allà habìa un cabello.

No representaba nada, asi que detuve su vacìo.

Presione su caos.

Ahora, si alguien quiere desprender un àrbol
de sus ojos, debe contar primaveras.

Y arrancar una - tan sòlo una- al equilibrio
de su imaginaciòn.



Guillermo Paredes Mattos

viernes, 14 de septiembre de 2012

La Voluntad del Artificio






Existe una campana. Lo sè por los detalles.
Por las constelaciones o el acto de morir en ellas.
Por hemisferios o balas rosacruzes.

En sus caidas...El libro ha peregrinado tanto como
dios en el espìritu. Hay una campana en sus àngulos
duerme en los àrboles, encima de ellos,
en cada pàjaro que vive y prepara su 
corazòn en una làpida.

Una làpida que su alma ha construido.

Una làpida donde un demiurgo pensò que confundir
carne y arena serìa tan ideal
como la marcha de la razòn en un poema.

Cuando ese poema es iluminado.

Religiosamente.

Alquimicamente.

Quimericamente con toda la voluntad y el poder
del artificio.




Guillermo Isaac Paredes Mattos


miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Enfasis de los Horóscopos






Unimos ésta voz a otra.
Creímos que asi, el sonido en el aire
demostraría su propia creación
y la sepia donde somos inspirados
por sus muertos, nos daría 
esa derrota inmune ante el fracaso.

Al fín seríamos, sólo derrota.

Y ser inspirado por un muerto, sería nuestro lúmen.


Hay más, también inspirados por huesos,
por cualquier vacío, por las cosas tremulas 
del caos, en los manantiales armónicos de la nada,
estrechariamos nuestr último momento
con la filarmónica secreta del labio.

Esa que no sirve ante la vida.
Que es absolutamente inutil ante ella.
Y aguarda el instante en que el corazón
se aparte de la creación, pues eso es 
único que aguarda, el sentido 
para el cual ha llegado.

Quisiera seguir hablando de todo esto.
Pero en los ojos de los hombres los puñales
están hechos a a base de cuchillos
y básicamente esos ojos 
buscaran diferenciarnos siempre y cuando
termine todo en nuestra indiferencia.

Un estrépito.

Una desterrada ceremonia.

El aleteo de los horóscopos.

Ya lo escribí, pero amo tanto el énfasis 
con el cual voy a decirlo...

Todo....





Guillermo Paredes Mattos



domingo, 9 de septiembre de 2012

Mi conexiòn Egomaniàtica



                                                      

                                                       I




Poseo conexiones con la vida, eso es cierto.
Una manera de escribir, de observar, de narrar
mis curiosidades o las formas -extrañas- al
esconder su pànico bajo los arboles.

Las formas son tambièn un sentimiento.

Un sentimiento es algo que delibera en el interior
o en los ojos de los hombres. Cuando decimos ojos
inevitablemente estamos en una superficie.

No siempre esa superficie estarà llena de idolos,
pero siempre tendra  la idolatrìa para crearlos.

No siempre estàremos en nosotros mismos
como una conciencia lo quiere,
pero hay absolutos del oceano al agua
y eso nos ofrece indicios de manantiales
con la voluntad
con el vicio del tulipan en la hoguera.

Tengo conexiones con  mi higado.
Con mi yo personal e inevitable.
Con la luz artera donde nacì y crecì
recreandome a mi mismo.

Y soy el jardìn de mi egomanìa.

Propia y vital como un espejo.

Un espejo que en esta ocasiòn no te devolverà
tu imagen.

Y ya no puede devolverme nada.





Guillermo Paredes Mattos

viernes, 7 de septiembre de 2012

Teoria Literaria de Tridentes






Por teoria estan los contrarios.
La estacion perdida de una dialectica.
El pergamino del norte.

Perfidas luces entre movimientos nos acompañan
cuando idealizamos esas letras
para buscar algo con ellas,
e intentar que sean materiales.

Ante ello, el idioma de nuestra caricatura, elabora
el galopar del tridente, cuando no vive en los mares.

Ello es algo inhospito, la rodilla de un jardin,
el piromano rustico
indagando en un zocalo
confeccionando la imitacion del espejo,
la nave por inspiracion, el lego derrotado y
sobrecogid por el tacto de tradiciones esmirriadas
bajo un señuelo.

Y literaria es la proporcion del aura
El invierno del angel en ella
sus tecnicos latidos hoy decapitan
los archivos de un repertorio dominando
su ultratumbra
su acertijo de seda en el clavel
la representacion del vagon
despertando en las pertigas de un cinico planetario
donde una misa de sal
anuncia una conversacion de tropel
un trapo mustio de carne
la oracion mas joven de los dirigibles
el lunar de sinuosas bicicletas,
aqui los contrarios de confunden al rodar
en los circulos.

Por teoria literaria digo...

Y tambien por tridentes.



Guillermo Paredes Mattos




Estereotipos del Veneno






Liberamos sin idolos la destinaciòn.
El hado.
La fuente de esa condiciòn profesando...
El lenguaje para desconocernos.
Para posicionarnos con la dedicaciòn
del vacìo en interiores de textualidades
y poeticas con vertientes de cosacos...
Desde todo aquello que nos quema
la capitulaciòn del sentido
presiona la fe de una intuiciòn
el libro monologal en èsta
amenazando la furia
del oceano
doblado por la orgìa.

Asi pasamos del tacto al estrèpito
Del monasterio al cumplido.
Del sol a la barbarie.
Y ardientes como una voz
de ulratumbra
acariciamos el odio
de una serpiente
al mordernos.

Y extraños veteranos
con los estereotipos de ese veneno...

Llegamos a la cita con
el movimiento.

El lugar donde la dialectica es
un niño de fuego.

Veterano de los artificios y las
epifanias.





Guillermo Paredes Mattos



Oceanos de Apolo








Por la gravedad de mis ojos, mi cultura debe
ceder siempre a la tierra, al lampo magnetico
de apolo
inefable como su tijera de calor
cortando el aire.


Por  la irracionalidead de mis ojeras,
Apolo deberia insinuar otras circunferencias
donde la idea dejara de ser un patriarca
la circuncision del poema
-decisivo y pintorezco-
tempestuoso, igual a una mesa de tierra
donde un ajedrez separa el disco
del arnes y los timpanos
son bufalos de agua
ufanandose de un oceano donde
no hay orillas.

No el que conocemos.

No al que siempre llegamos.

Ese enterrado entre nosotros por
el universo.




Guillermo Paredes Mattos

jueves, 6 de septiembre de 2012

Lenguaje de los Griales





Es hermoso decir, que nos acostumbramos a nada.
Que nuestra direcciòn, tenìa el oriente de la fatalidad.
Es hermoso y extraño - cuidado con los adjetivos- que
predicabamos, segùn la fidelidad del ladrido, no del intelecto,
bajo espacios de medusas, donde nada es azul
sospechaban incluso del escrito.

Es despreciable escribir, describir nuestra subjetividad,
observarla en el requiem del santuario con adioses de 
polvo, amaestrada y dosificada segùn codigos y humedades,
presentarla desnuda segùn los manuales del tiempo,
en las batistas, cuando los fuelles de una cresta resisten
iluminadas por terrenales esquimales.

En espigones de olas tan blancas.

Bajo ese espìrìtu, la nociòn que logramos precisar
involucra el orgasmo de una logia en la inferencia
-calculo yo- el presente de una mafia en la sangre
llevando cientificidades particularmente con notas
de griales y pàjaros como àrboledas
resistiendo letras
donde lso pàjaros eran agregados 
como absurdas sìlabas.

Nosotros sabìamos que eran nada màs que letras.

Nosotros buscàbamos màs allà de sus contornos
una arcana inteligencia.

Moderna...Llena de fàbricas y elementos.

Exactamente idèntica, a un lenguaje de 
griales.



Guillermo Paredes Mattos

Las Puertas de Sangre





Es una ciudad de sangre en los cabellos.

Una pelìcula providencial, propia de la manifestaciòn.

De los acentos y las terminaciones.

Es una multitud de galopes, pertenecen al verano.

Al ardiente campo estructural de un personaje.

Al libro conductual de aquellos que jamàs dicen nada.

De aquellos que se precipitan.

De los que hablan segun la oscuridad y permiten a los
astros descifrar la mirada de sus ojos...Sòlo de noche,
cuando la antiguedad los transforma en
ancestros, cuando los los pròlogos
no pueden escupir nada màs.

Y buscamos puertas.

Puertas de sangre. Entre ellas volvemos
a los orìgenes.



Guillermo Paredes Mattos