lunes, 30 de abril de 2018

Episodio Transculltural





El tiempo crea sus parpados.
Las silabas de nuestras pupìlas yerran en ellos.
De alguna manera el equilibrio para que suceda lo filtra
el lenguaje.

En las sienes hay una visiòn de epìsodios, por
lo general  llegados de algùn nihilismo. De
algùn abecedario.

De un enigma que separa de noche sus eclipses.
Sòlo de noche.

Los pàjaros se humedecen en un punto
mediterraneo. No sè si como una herida o una costra.
Tampoco como aquella luz que casi siempre es un
ala. No sè.

El tiempo crea formando sus pròlogos en el espacio.
El tiempo que llega de la arena convertido en una biblia.
En un diàlogo de cresta u ola.
De amapola que atraviesa el hambre de un
tallo 

mientras todo solido que anuncia en el universo
transfigura al objeto.








sábado, 28 de abril de 2018

Semejante a un Jabalì





El oceano no puede decirte de què estàs hecho.
Tampoco los àrboles.

Hay figuras que danzan alrededor semejantes a
un disturbio. Tal disturbio siempre es gamado.

Los diàlogos con mis sienes estàn hechos de
platanos y en principio muy lejos de la palabra el
verbo que los crea es marginal. Diminutamente
iridiscente por ello.

-sòlo en ese sentido mi soledad se parece 
a tal palabra, a tal verbo-

Los paises son sòlo hocicos para mì. La saliva 
en ellos no crea demasiado.

Los fluorescentes llegaron a la psicodelia pero
la voluntad era purpura. Como un extraño poder en
ese entonces.

Las playas se orientan como las veletas a dìas
que son inasibles. No por el hecho de que escolten
epifanìas o se alimenten de automoviles.

no por el hecho de este otoño de sal que consumo
diariamente guiado siempre por hordas. Todas 
por supuesto han recorrido mi sangre.

Sòlo asi puede entenderse su existencia.

Sòlo asi el infinito, que miràndolo bien esta mañana
posee esta naturaleza que llevo.

Naturaleza semejante a un jabalì.



Lo Escecial en una Habitaciòn





Recuerdo que lo escencial en esta habitaciòn tenìa
una hoja y en sus labios dormìa una visagra.

-las palabras vivìan en los àngulos-

Estaba hecho de neologismos ademàs. Quizà como
en una heuristica.

Habìan planos de rojo penetrando certamenes.
Siluetas de acrilico idènticas a las que duermen muy cerca
de un helicoptero.

Recuerdo ademàs el ave rasgada en sus alas por un 
velero durante uno de sus sueños.

El puente colonial. El instinto subversivo.
El lado opuesto de una corola impulsando atardeceres
cuyo devenir situaba todo monòlogo en una
apariencia de carne. Durante 
ritos
de obreros azules entre hemisferios
de manzanas.

Las cadencias. Lo cotidiano como un semidios de
extraños hermetismos. 

De ojeras y barcos aùn no poseidos.

Pendientes siempre del mar. 

Agitandose desesperadamente en otros
exorcismos.







viernes, 27 de abril de 2018

Por Ejemplo






Es cierto el pàjaro. El envès del sueño en las piedras
cuando los acantilados recogen escoltas del àmbar.
Esta vez del àmbar.

Por cierto hay una relaciòn de un hilo con el agua
y una coherencia formada por lo verosimil para la sangre.

Hay una grieta y una hondonada donde los jabones
son carbòlicos y el ambiente rueda como un plastico transformado
en circulo por las formas.

Hay.

Un espacio que nos separa de aquello a lo cual llegamos 
atravesando distancias. Rigores de sal.
Meridianos de urnas. Faenas.

Mientras tanto un hocico piensa en las catalinas de las
bicicletas y a decir de los astros ello
es incansable como un carbòn en las manos enumerando
las constelaciones.

Claro està, podrìa enumerar otras cosas...

las venas colocadas debajo de la piel por el destino
de un hombre, por ejemplo.






jueves, 26 de abril de 2018

Cada Acorazado en el Mundo





Tengo referencias de un dìa en que los conjuntos
son celestes y los astros en un ala de sangre se deforman.

Referencias de un sol sin venas.
De un mar sin orillas ni puertos. Uno que la imaginaciòn
desprende de sus diàlogos. Te preguntaràs còmo
es que sucede ello.

Te preguntaràs porquè  un desierto en cada vereda 
naturalmente acontece.

Por los margenes de la arena cuando los desembarcos
se transforman en anforas y hay como un pròlogo para cada
acorazado en el mundo. Para cada fragata.

Palabras dirigiendose a un dònde sin poder nombrarlo.
Posee la apariencia de un castillo de eslabones donde empieza la tarde
con sus helices de polen.

Se puede decir sè que es el vapor por donde un nictàlope filtra
sus conversaciones con el viento o con cada estertor por el cual
recoge una embestida el sudor de los veleros.

De un poema que quizà tiene su origen en un apèndice.
En un quiste que se aloja en cada columna de humo.

Donde los pàjaros llegan por un instante al significado de 
la oscuridad.








El Universo de Bujìas





Ten en cuenta el origen de las hojas mientras las
sortijas lo cuentan. El pàis enigmatico donde sòlo viven
los cuchillos. El zoològico en la piel lleno de grises
jabalinas. Ese que recorremos a diario.

La poesìa que viaja en los calles.
Aquella que tensa la llama en el fuego.
Ten en cuenta el pavimento. El gris. Elsucedaneo.

Mira nuevamente la distancia pues no existen neologismos.
Todo no es màs que un gràfico invisible por donde 
se arrastran las serpientes.

Ten en cuenta el indicio por donde la razòn asciende
a la noche igual que una encrucijada. Tejida por ranas y 
mariposas.

El nihilismo ardiente de todo frenesì.
Incluso de aquel que nos acompañò entre universos de bujìas
mientras la idea sobre un daguerrotipo como una
imagen dormìa en las algas.

El rigor de un relieve en las manos.
El solsticio de un desierto en los labios, mientras las palabras
agitaban por primera vez cosas concretas 
llamadas solios; innumerables como todo artificio.

Observa.

Contempla.

Y luego dejalos cruzar las estacas.







miércoles, 25 de abril de 2018

Tambièn Llamado Palabra





Hace mucho que una pantera tiene màs de una sombra.
Hecho extraño y sobrenatural.

Hace mucho que reitera su vida entre los espigones
y teoriza sobre la escarcha y la espuma que
inutilmente coronan la nieve.

Pero coronan la espuma y la escarcha toda superficie de 
nieve.

Eso no es algo que puede ser afirmado.
Eso sòlo lo oprime el lenguaje en momentos de brujulas
como este.

En momentos de brùjulas que caminan sobre el 
papel.

Y que tù y yo guiados por espectros.

Tambièn las llamamos palabras.




El Idilio Dispuesto por el Drama




El idilio està dispuesto por el drama.
De aguna manera son suspendidos por el espìritu
de una tragedia.

Mientras tanto el volumen de las estrellas es 
simple. 

Todas poseen un solo miocardio.

Supernova




Como una silaba que se mimetiza entre la espuma.
Desde esa misma sìlaba enlazandose al oceano desde una yuxtaposiciòn 
o el aire ligado a la soledad que el horizonte contempla en
cada ser sobre la tierra. 

Y nosotros còmo veremos la soledad
de ese horizonte. El rito que forma lo verdadero cuando a veces 
dormimos. Ese que rota debajo de las
alas de una luciernaga; amarilla y ebria igual que el atlas de un
papagayo en su pico. Cìnico e increible semejante 
a una amapola.

Como una yesca. Una ciudad sin ceremonias y el hilo
del verbo que ahora sobre lo verosimil toma las reencarnaciones.
El tono ardiente de un eco.
El opuesto del sol en algùn lado del universo que jamàs
veremos.

Ese -lògicamente es su opuesto- que no
llegarà a una supernova.







martes, 24 de abril de 2018

Pòlipos





Crepùscularmente es asi.

Un vidrio o un anàlisis de en el polen.
Una manada que se junta en las nudos para llegar a la hojarasca.
A la mediatez de una horda.

Crepùscularmente co mo si yo conociera o el
entendimiento de ese yo estuviera relacionado a los 
circulos. 

A los eventos donde un restaurant crea la naturaleza
de un polipo.

Es decir el tiempo separa la intuiciòn del pensamiento
pero sucede por colinas. Acontece
por reyertas.

Y està bien o un astro en la boca de un pelìcano 
no se llama polisemia ni tiene
en su lengua la saliva de un hombre que identifica
palabras durante la noche
cuando las cosas se prolongan azules
o amarillas.

Crepùscularmente mientras las tinieblas
o el epicentro de un lance
oprime un higado sobre la espuma.

Sobre los efectos de un invierno 
en una tradiciòn llevando un travesaño herido en
los labios

labios que devoran una y otra vez eslabones



Mi Hoy Gutural y Magnètico





Hoy dìa intentarè ser una especie de hoja.
En este hoy gutural que supura. Magnetico, buscarè
ser una especie de hoja.
Un poco màs humano. No sè si como el mar o la lluvia.
No sè si como rango o el anfora que termina
individualizando un diluvio.
Hoy pensarè en los homònimos.
En los invertebrados.

En la psicologìa del oceano. Escencialmente en ello.
En la intensidad de la luz si oprime una sombra.
Hoy no caminarè tanto como diariamente lo hago.
Caminar mucho a diario significa volverse un 
diminuto matemàtico que estudia entre la carne quieralo o no. 
No es gnoseologia. Esta la construyen otros barcos.
Otras pornografìas.

Hoy buscarè escenarios.
Recorridos de melenas y saurios.
Astronomìas donde la espuma recoge un tarot que posee
psicodelias. Helices donde yerran aeroplanos.
Hoy tendrè el caracter para cruzar una
autopista sin que ello suponga un àpice de
personalidad. La personalidad la
construyen otros bueyes.

Hoy.
Hoy en que todos los objetos parecen estar en su sitio.
Donde todos los hombres del mundo paracen haber hallado
su lugar en el mundo.

Cosa tan desconcertante e ilògica
como la intenciòn de que hoy podrìa ser un àrbol.
Una contusiòn.

Una hambrienta inflexiòn llena de ejes 
sòlo consuetudinarios.







lunes, 23 de abril de 2018

Minùsculamente los Cometas





Si uno navega.
-mayùscula o minùsculamente-
Si uno o alguien es indispensablemente una luz
o un maritimo resplandor que no se cierne.

Si las amapolas tienen en realidad màs de una boca
y en las serpientes el colirio desnuda
esa tibieza que deja el ayuno
hasta llegar a una casi epopeya muy propia del hambre
pero no de la belleza.

Si uno navega o intenta dimensionalmente
aimentarse de una araña cuya existencia està dada por 
prefijos. 

Por dados y - de màs està decirlo- propiamente la
identidad de un desencuentro ebrio de exorcismos en
un vulnerable basalto.

Cuando la idiosincracia espera ballenas en una playa
porque el hemisferio es misterioso.

No tanto como un ecipse

No tanto como una orilla roja

Donde la densidad de las cosas vuelve al significado
del absoluto

formado por cometas.








Cardiologìa







Por alguna especie de barco que no es sagrado pero
lleva un antìlope.

En los framgentos que conduce el rocìo por la hierba
semejantes a quiromànticas estelas de realidad que sòlo
en sueños nos pertenecen.

En esos sueños que nos pertenecen por alguna especie
de abanico.

En el ambar y ocasionamente en la encrucijada.
Junto a los anexos y epigramas.
A las vastas-infinitas cardiologìas en mi nuca.
Bueno, no tan infinitas.

En los matices de un hormiguero deteriorado por una armonìa.
En el cèfiro que suspendido en la idea de un astro
repercute en un vasto epicentro de lianas
hechas de escamas
para que el ser se suspenda un instante en ellas.

El necesario para ver que el horizonte no sòlò es el lugar
donde la tierra termina.

Allì tambièn acaban las selvas.






sábado, 21 de abril de 2018

El Oxigeno en las Crestas






Como todo relieve o cúpula.
En la historia de dios comprendiendo la naturaleza del mar
en una bacílica.
Mientras los anfiteatros suman poliedros a sus craneos
mimetizados en un futuro de todo sol ambidiestro.

En las médulas y también en las venas
que recorren sus daguerrotipos con una manzana
proyectando la dirección de una palabra
limitando al norte con el sueño.

En las cenizas siempre y cuando sean boreales para
que tú y yo podamos decir otros nombres.

En la libertad porque muy profundamente es 
otra idolatría.

En las radiactividades que en un presente conjunto
de sirtes
cultivan la gravedad en el sueño.

Como todo vaticinio que elude pero sólo un poco
el presagio y recorre la experiencia de un prisma vacío
en el mar

allí donde extrañamente se sostiene el oxigeno

oprimido por la espuma de las crestas.










viernes, 20 de abril de 2018

Crepùsculo





Lo gamado tensa una especie de forma, sòlo que
hay superficies.

Las planicies rotan entre conjuntos de saliva
dormidos.

El sol es una constelaciòn encerrada en el fuego
con antiguos ejemplos del universo.

Lo arcano vuelve lucido a la poesìa de un tallo
con o sin fotografìas.

El infinito es sòlo una presentaciòn.

Una medida incierta donde los reflejos unen
despuès de la tarde una imagen.

Silenciosos desde alguna ventana

volvemos a llamarla crepùsculo.



Sifnificado del Eter






Allì el reflejo de la costra.

Le herida con ejes de carbòn.
El pàjaro que mañana sostendrà eslabònes.

La estrella formada por almanaques nos
decia que el mar era un planteamiento astral de
la tierra, sòlo que màs objetivo.
Material.

-algo que pudieramos llevar en sueños al
caminar por las ciudades-

Y el viento.
Los solidos en èl distraidos por una ràfaga.
Por un otoño plenamente de aluminio.
Por un estertor que llegaba de los candelabros
De las veredas donde los leviatanes inspiraban cosas
amarillas como los relojes. 

Y entonces el disturbio.
La vìa colonial donde lo mediterraneo junta 
los cuchillos de la nieve.

Los estandartes que pertenecen al aura.

Una que en el pavimento se encuentra a diario
con los significados del eter.





jueves, 19 de abril de 2018

Esbozo de la Creaciòn





Antigua estrella por donde la densidad quemò
los enjambres. La tierra sitiada por los escarabajos.
El mundo de fiebre llegando de un extraño bosque
en el cual todo devenir era un dragaminas

dragaminas que en cada puerta empujaba el oxido 
de la brisa para que su peso
lograra cruzar la habitaciòn hacia un mundo 
donde aguardaban 
los pàjaros.

Y eran pàjaros con sumas de equilateros.
Pàjaros que llevaban maquinas de iridio en sus alas.
Abstracciones en ellas donde el pensamiento recorrìa
el anhelo una vez dejada la intuiciòn sobre la niebla
y esta olìa a desembarco. A un profundo jardìn
donde los dioses rozan el acero de noche
con criaturas semejantes a espejismos articulandose
entre recorridos de higos.

Lejana. Consuetudinaria escala de prototipos en una
de tus lenguas con la que llegan las cosas del rocìo
con esas paràbolas que tiene la nieve cuando la
distancia es un tallo
o la presencia de un carbòn que dista de almanaques
y truenos

todos de aluminio antes de dormir sobre el agua

truenos de aluminio que 
encuentran en sus sueños el resplandor que
igual que un absoluto sobre todo lo que es llamado
creaciòn les pertenece.







miércoles, 18 de abril de 2018

Perfil del Mar





Runsa el mar sobre un  juguete de agua en la arena.
En el interior de un diario de mimbre con tesituras sagradas.

Entre anfiteatros dorados por cadenas
o explanadas donde los epicentros viven sobre sirtes.

Cuando de la realidad humean palabras como el amor
o el odio. Humean semejantes a los opuestos o el sol que
derrama un molino. 

Runsa incomparable entre vinculos de aire
o escoltas con teatros de uvas elevando la desesperaciòn
a una especie de milagro

de lirica reencarnacion para sorber aeropuertos
en el musgo

cronicas fantasticas con frutos y catàgolos

donde la configuraciòn del horizonte

y los perfiles del mar empiezan.




La Inclinaciòn de los Minaretes






Junto al ser hay un alfil basado en la idiosincracia.
Hablo de ese ser que existe en una superficie de nieve.

El viento es una aguja.
Una bahìa de salitre donde los peces se alimentan
de bujìas.

El mar al llegar a la orilla roza las manos de un mago.
La albumina en el agua que asciende hasta alcanzar su rostro 
sueña entre la inclinaciòn de los
minaretes.

Los pàjaros se tiñen de hordas amarillas como en 
ancestrales
narraciones de hojarasca.

El acrilico lleva un titulo de carne.

Por el mismo se arrastran los manantiales.

Y los mitos de sus escalofrìos que devoran los bosques.






martes, 17 de abril de 2018

Dialèctica





El viento es el mismo.
Como siempre conduce una pantera en sus labios.

Una raìz anhela un pròlogo de arcilla en una
piràmide de aceite.

El dìa busca una contradicciòn.
Esa dialèctica donde una ilusiòn parece
ser lo mismo que el deseo.
Ese pròlogo tan cercano a la realidad donde
todo se llena de ansias.

Alguien sentado sobre la hierba espera
la llegada de la noche para encontrar sus preguntas.
Ello està relacionado a las constelaciones
y el infinito.
Ello tiene que ver con los cometas que
ocasionalmente pasan.

Y uno de los cuales.

-de ello està totalmente convencido-

Tarde o temprano golpeandose contra la mirada
que lleva en su rostro hallarà el sueño en
su boca.














Los Lìmites que nos Separan de las Ciudades






Sobre un crepùsculo el lenguaje.
El sonido de la primera campana cayendo sobre èl
igual que el movimiento de una palabra.
-quizà pueda decirse que la palabra se desliza, que
casi orientase o es disimil-
A aquella se suma otra y hay que reiterarlo dado que
vivimos entre serpientes.
Ariciandolas a cada segundo.
Con diàlogos que construimos entre sus
escamas transparentes.

Y el oceano.
El roce de su espìritu sobre la piel en la orilla
cuando algo màs humano que la lluvia
sostiene que en cada cresta de 
las olas
el rigor blanquecino de las mismas
proviene del trigo.

Pero la pregunta es valida.

Què clase de trigo es aquel que podrìa ser
cultivado en las crestas de una ola.

Y con la desolaciòn que hay en esa respuesta
dejamos nuestra posiciòn en la arena.

Y concluimos: sòlo a los lìmites que nos separan de las
ciudades les importa.






lunes, 16 de abril de 2018

Los Màgicos Hocicos





Un instante girando en la arena
senejante a un vòrtice. El vòrtice que da inicio
a un remolino.

Diminutos caracoles sobre la espuma dejan ver
en sus antenas un tatuaje. El mismo alude
a la naturaleza.

Sobre un circulo una brecha de eter parece un 
navìo. Uno donde la intensidad vuelve a reencarnarse.
Esta vez entre la desesperaciòn.

Un muelle donde el parpado entra en conjunciòn 
en la realidad con las cosas

entonces descubrimos entre estas aquellas
que nunca seràn definidas

y llenas de misteriosos argumentos

acarician sus màgicos hocicos en la penumbra.







El Adios de las Orbitas





De aquì a las imagenes nos sostiene un rumor.
La estela sobre la superficie de su sonido es purpura.

Hay ademàs el rasgo de un velo y cada oceano comparte
con las veletas una suerte de identidad. 
De epicentro.
A veces de irracionalidad.

De aquì al horizonte hay un espacio cubierto
por rìos celestes de aire. Por ràfagas donde a veces
parece que se detuviera el corazòn.

A veces hablamos del lenguaje con ese corazòn.

A veces.

Y cuando sucede lo contrario tocamos orbitas.

Aquellas que diariamente en el infinito
sin que nos demos cuenta

abandonan los astros.



sábado, 14 de abril de 2018

La Vida-Pàjaro




El viento tan leve como una vida-pàjaro.
El sol sobre las calles igual a un ardiente simulacro.
Asistimos a sus ejemplos durante toda nuestra vida.
Lo hicimos ebrios de animales.

Y los astros.
Cada uno irrepetible en su espìritu.
Casa uno tan indòmito en la mirada que al ver en los
pliegues de nuestros ojos que forman la misma
adquiriò una escritura invisible.

-no hablamos de esta que escupimos para la realidad-

Cada uno se preguntarà para sì mismo, porquè
tuvo que ser una escritura. Porquè entre lo invisible.

El viento suave, casi etereo.
Incursionando en la imagen de la sal como un espejo.
Como un subterfugio.
Igual a un subversivo corazòn oprimiendo en las
palabras todos los roles de la existencia
que podìan darnos las raices

màs allà incluso de esa escritura 

la que llena extrañas heridas llevamos

entre pergaminos reales
entre pergaminos reales e invisibles.







viernes, 13 de abril de 2018

Caño Primordial





Todo dìa.
Cualquier ser que es tomado por el nombre
en una equidistancia donde el
impulso es equilibrado por
dorados vaticinios.

Y en una hermètica selva incrustada en el verbo
donde se apilan constelaciones y
semàforos en busca de los 
buhos, brota una
raìz.

Cualquier dìa anhelando en el papel una 
silaba
o viceversa.

Todo mundo que se viste de lagos o la fotografìa
de un eclipse suspendido por 
el vacìo.

-tal vacìo en apariencia es infinito-

Todo atomo.
Todo diario de moleculas.
Las celulas que poseen javas o un conjunto
de trigo en las barbas del polen.
Las celulas confirmando que cada latido
de nuestro corazòn es en realidad
el intento de abrazar el aire
de aquello que se mantiene
secreto debajo de 
la carne.

-pero eso es imposible, tarde o temprano tocamos
con ese corazòn la realidad-

Cualquier dìa.
Todo caño o trapecio primordial.
Los acantilados de aceite o tù y yo màs anti-remotos
que la brisa. Mucho màs antepasados
que el cartilago o las dunas
desde los cuales despiertan dirigiendose
al hemisferio la figura de los eclipses.
La brisa coloquial.
Embistiendo cada amanecer los monòlogos.
Tomando las ojivas y redes de un encantamiento.
De un exorcismo de polen.

Incrustandose en la orilla del mar en busca
de la nada.



La Transformaciòn del Verbo




Ya sabes donde se encuentra el sol.
Ahora pensemos un poco en la felicidad.

La felicidad como un diario de hambre que se repite
en un cuerpo. Un cuerpo tomado de las vigas.
De los talones y tallos.
Que alude a lo reminiscente sobre misticas presencias.
Que alude a la poesìa cuando sueña y rigidamente
intenta llevar lo homogeneo de ese sueño a lo terrestre.

La felicidad cuya intenciòn es catapultar o colmar
de inviernos el interior donde el pulso a veces nos engaña.
Entonces podemos hablar de un corazòn que 
paradòjicamente dentro de nosotros mismos busca su
distancia. 

Ya sabes donde se encuentra el sol y el mar nos
es desconocido a pesar que se adaptò al vuelo de una
mariposa.

Al frenesì del tiempo.
Al enfasis con el cual el espacio separo las arpas 
de una metàfora

ese enfasis que trajo consigo un àrbol
un precipicio donde consignamos en la infancia un
ruido de espirales

ajenos y amarillos

semejantes a aquello que como todo primero se presiente

y luego se transforma en verbo.







jueves, 12 de abril de 2018

Civilizaciones Poèticas




La ciudad donde un silencio enarbola bacìlicas.
Tal silencio izando lumenes y plagas.
Todas de langostas.
El algo que ice o devorè sin una cuchara.
La brisa por ejemplo.

El granizo adiestrado por una orilla de leche
contemplada por la sangre.

La incandescencia que hoy delibera y dilata
entre nudos. 

El vellocino hecho de eslabones con muchas
intermitencias. 

El vellocino atroz donde màgicas abominaciones
oprimen un sufijo hasta la costra de
un enigma.

El sol con eclipses y fascìculos
donde las equivalencias disputan a si mismas
la idea del caos.

La ciudad. Aquella por decir y aquella que
gesticula. Que casi se adhiere a la silueta de 
una mañana donde el idioma pertenece a
los escalofrìos porque el mundo es 
de fiebre

y las sienes de los hombres estàn llenas 
de puros jabalìes

donde la sombra de estos animales imitan otra
sombras.






El Espìritu Material de la Distancia





El dìa no es vigente.
Alcanza el hollìn donde yerra una que otra poètica.
Una poètica traslada tramos de niebla.
Biceps de con relieves.
Coherencias de insomnes andanadas.

Y teoricamente existen aeroplanos y suicidios
en sus margenes amarillos.

Una horda de pètalos recoge el desasimiento pero
ello es sòlo un instante donde acontece lo inasible.
Quizà tambièn lo sagrado.
Incluso lo divino lleno de migajas.

Los rinocerontes beben en las orillas de una playa.
Los tatuajes evaluan el sistema mayeutico de un gato que
medita sobre la miseria.

Sobre los minerales se agita una
utopìa que ya ha sido descascaraada por la fibras del
viento. 

Entre las ruinas suponemos un polo.
Una franja que toca el oleaje de una bicicleta. 

Horizontalmente ahora del hemisferio se desprenden
las hipotesis. Los conjuntos. Las algas del oceano
sobre el eje màs anfibio de
las crestas.

-¿porquè indispensablemente de las crestas?-

Un mar distingue un navìo de otro y los astros
toman abstracciones. Las fragatas buscan secuencias
de negro como las que terminan en el pelo.

Las amapolas anhelan el origen de una boya.
De un suburbio donde el vilo despertaba a los pàjaros
con el roce del follaje

con el roce que hoy mordemos para que
la distancia de todo lo que es escrito deje de mostrar
tan sòlo su apariencia

y al acercarnos a ella como ahora

esa distancia muestre su material espìritu

para que pueda ser tocado.




Existencia de la Palabra





Como el matìz del vidrio.
Y la perpetuidad de una antorcha que posee como
manuscrito una placa. Un adios de hierba.

En las cosas puntuales que duermen en
los equinoccios y el anden formandose como un
marsupial pero dentro del aire.

En las peninsulas con dirigibles.
En la versatilidad de una manzana en un racimo
donde los cuchillos son los que señalan la
direcciòn de sus figuras.

En tanto a una bestia se
puede escribir que despierta de la brea como un
inutil coloso ebrio de cupulas.

-no es ardiente como un espejo-

Igual a las ventanas que cubren de sacerdotes los
desiertos porque alllì mueren las profecìas
y las reencarnaciones.

Y en las trayectorias del polipo un germen es
inaudito como un sol increible que besa con su luz
la piedra.

-o quizà la roza-

Igual a un deseo.
A una existencia en la palabra.
Como el rigor del sueño que traza una boca
y es escencial tras vastos dìas aleatorios en que
hay preàmbulos y tambièn maravillosos
poliedros

todos, absolutamente todos arrancando las

palabras a las hojas

con la intenciòn de ver completada su existencia
en el aire.









miércoles, 11 de abril de 2018

Tu Nombre





Con nombres de espejos que trajinan por la hierba
fraguados por misteriosos alambres.
En una astrologìa con cuerpos diferentes iluminados
por fìsicas disimiles
elegidas por el crepùsculo al tomar una gota de lluvia
que entre la atmosfera sueña con
convertirse en diluvio.
Sobre espìritus que llevan exorcismos al aceite
con un ritmo occidental
bañado de crines.

Entre figuras y lamparas que
miran los acantilados con una escarapela colgada
de la boca llena de epistemes
semejantes a los que empujan el vidrio
en amaneceres incandescentes
sin neones ni vanguardias

sin escoltas ni cardumenes que llevan un peciolo
o una arista tomada de las reencarnaciones
que regresan inutilmente a aquello
que en los suburbios los
semaforos
denominan como arte. Es decir, una suma
de acorazados que intentan
atravesar la puerta de un hormiguero.

Con telescopios y manchas de grilletes
que desatan coeficientes en las encìas mientras
una calle de nebulosas busca la
primera galaxia donde fue colocado tu
nombre para ser pronunciado
por las brujulas

-esas que no hallan ni el espacio ni el tiempo-

y sòlo en sueños -igual que yo- pueden 
oir su sonido.










El Lugar del Aire






Allì se encuentra el aire.
En algunos de sus reflejos podrìa ser fantàstico.
Desde una de sus invisibles melenas responderìa que 
toda rafaga es un compuesto que proviene 
de sus cenizas. Obviamente de 
aquellas inasibles.

Por lo demàs se encuentra con los pàjaros a diario.
De vez en cuando se posa en la orilla de los manantiales.
Hay atardeceres en que lo hemos visto susurrar
en el idilio. En los cardumenes de los peces.
En la franja de orin que dejan los cachorros.
En los planetas que enumeran
sus crònicas tan lejos que a veces uno podrìa tocarlas.
Rozarlas. Besar uno de sus vestigios con el alma
que posee un cometa.

-còmo saber si pertenece a un cometa o llega de otra
cosa-

Y los àrboles?
Aquellos que presenciaron la religiòn cuando
formaba sus espinas. Aquellos que ignoraron los dioses
una aurora de polen en que las enfermedades
ascendìan por un hemisferios dorado
como el que posiblemente guardan en una de sus
sienes las constelaciones.

Tales constelaciones que aguardan al hombre.

Sòlo èl puede encaminarlas hacia los pensamientos.






sábado, 7 de abril de 2018

Sembrado de Tautologìas






No hay inspiraciòn este dìa.
Quizà ello se deba al prototipo de cierta hermeneutica
con muchas prioridades.
Tal vez sea un desembarco de mitos y utopìas en la
sombra de un lago. Lugar desde el cual
partieron los cometas.

Pero preguntamos por esas hegemonìas
que se incrustaron en el hollìn despuès de un quimico voceo.
De un destello industrial.
De una nuca psicodèlica como el origen del dìa
a la manera de un verbo
plagando de numismàticas una ventana.
De vez en cuando en esa ventana nos asediaban las
palomas.

Tal asedio de esas palomas fue completados por los
cuervos. 

Tambièn por las preguntas. Por las cronicas
de esas respuestas que llenas de caos e iridiscencia
embalaron el mundo cientìfico
de los talones. Lo hicieron ebrias de enigmaticos 
ejercicios por supuesto.

No hay inspiraciòn este dìa.

Sòlo existen procedimientos.
Estadisticas rozando escatologìas y màquinas.
Nombres de fiebres como los que
acumulan el trigo en las sienes de un hombre
apodictico.

Sembrando de tautologìas la noche.








Significado de la Amapola




El viento o las aspas de un hilo.
Loas margenes de una ceniza donde mi
corazòn vibra igual que una astronomìa.

El sol que despierta en el sueño con imagenes
de bolicheras transparentes. Humedecidas por
menguantes o la estrella deliberadamente
muerde un perimetro.

El fonògrafo que trascendiendo en la percusiòn del olivo
contempla el rostro que significa una amapola 
colmada de tatuajes.

Los episodios de sangre en el espìritu
de las hordas.

Y en el horizonte la edad xilogràfica de una estètica
en un espìritu amarillo
esparciendo
simbolos de espuma en las caravanas.

Sobrenaturales grietas en las sienes
dan paso a la reflexiòn de màgicos pelicanos
desnudando ojivas.

En alguna parte lo hialino
empuja revelaciones celestes en los imanes
de un naipe

de una peninsula compuesta de antorchas

escupiendo fuego sobre la hierba.






viernes, 6 de abril de 2018

Bandadas




Los drones. Particularmente los que llevan
un sufijo o emanan disturbios.
Los que exploran la caspa de un craneo en el amanecer.
Los diferencias que ocasionalmente puras
separan el hambre de la sed.
El roce del ditirambo.

Los idolos. 
Aquello que tensaron la noche buscando sus trances.
El segmento apolineo anhelando racimos en 
la sepia y los carbones.
El limòn sobre la explanada formado por àrboles
y solitarias noticias llenas
de gotas.
De nucas advenedizas y orientales esbozos
colmados de eter.

La costra.
Deambulando junto a un tigre dentro
de una manzana.
La luna triplicandose.
Los soplos de un pleistoceno dormido en
la lluvia.

El nombre del oceano cuando lleva propiedades
y se hace vesperal igual a un nudo
de pajaros que se desata para convertirse en
bandadas.

Millones de bandadas que inundan los cielos.






El Espacio Llamado Orilla





El pàjaro recorre la luz raida entre los objetos.
Una sombra es añadida a la silueta de un cuervo
tomado del agua.
Las estalactitas van y vienen como en un rango de
cera. Por lo pronto la acustica es un dado.
La superficie de un naipe busca entre la realidad
sus nùmeros.
El verbo coloca una linea en el espacio que se
transforma en una palabra.
Pero esa palabra sòlo es un punto de la mirada que
la forma.
Ninguno de nosotros verà esa mirada.

El viento es de coral y acuario pero no precisamente
por la trayectoria de un astro. Lo es por
los almanaques
y catàlogos. Por la presidencia de la duda
en un inveterado confìn donde
lo inverosimil junta el oceano a la arena.
Entonces tal espacio serà llamado orilla.

Un sujeto es empirico en el aire
de modo que el resto de los siglos comprenderà
que la experiencia no es una fragancia
ni los biceps de lo hiàlino una mortal espesura.

Un sujeto denomina en las crestas las siguientes
corrientes del sueño comprendidas dentro de
un abalorio, por decir. La sangre no es prìstina o el
sentimiento del amor es rodeado de calles
semejantes a aquellas donde 
muerden bicicletas las hormigas.

Y este diminuto paisaje que no
es poètico, empieze.

O simplemente empieza.










jueves, 5 de abril de 2018

A Partir de la Nieve







Algo como la nieve en el interior de un ancla.
Algo semejante al sueño o el vaticinio dentro de un 
pensamiento que llena de àrboles las calles.
Los acantilados muy cerca.
El mar distante y cercano derramando una sìlaba.
Los habitantes verbando.
La ansiedad o la desesperaciòn del polen una
proyecciòn o la trayectoria del hilo.

Una composiciòn del hollìn.
Una composiciòn del pròlogo en un fasciculo tomado
de la luz

de un grito de ambar oprimiendo los relojes
donde vibra la naturaleza.
Los tatuajes.

Y el mundo igual a un ser
que apila las edades del trueno.
Los diluvios acoplados a un megàfono.
El trance de un nudo.

Algo recorriendo escamas o colas.
Aletas donde las crestas toman inviernos de
mandarinas. Protocolos de sal arrancados a un cometa.
A una procesiòn de cuchillos en el pelo

y en el misterio colocado en las sienes de ese algo
una xilografìa ebria de balcones

del peso de un tomate con anfiteatros de zinc
por la noche

de orillas inverosimiles donde crecen bolicheras

y entre prolongaciones de hocicos
lo inaudito de un limòn roza las agujas
de un tallo

-el màs ortodoxo en el lampo-

Algo como la nieve en el interior de un lampo

mientras pàjaros-relàmpagos se alejan.






miércoles, 4 de abril de 2018

De La Oscuridad a la Flor




Una sombra no es màs que un pètalo que
arrancamos a la oscuridad.

Los hombres forman millones de pètalos en 
las calles.

Y sòlo el espìritu de ciudades donde viven esos
hombres y calles lo saben

ninguno de esos pètalos volveràn a formar
una flor.