sábado, 27 de abril de 2013

Caminata de una Paràdoja






Este es un libro. Igual a un 
lugar donde nacì.
A una nebulosa donde 
se crece.
Igual al fruto del piano.


No tengo dudas de èl, pero
no logro compararlo.
Para ello hay que poseer otra
pàgina, otro lenguaje
y vivo saboteando los mìos.
Yo sigo creando en mis derrotas
tras fracasos.
Todos literarios.


Esta es la menciòn acadèmica
del diablo. El juramento del 
demonio a su lado
me muestra que son cosas
diferentes a la hora
de tocar el infierno.
Un infierno de luces apagadas
y lùminosas.
Uno lleno de sortijas y emboscadas
con lo que develamos.
Sobre todo al poseer
encrucijadas.

Encrucijadas que curiosamente
toman lo divino.

Y no siempre encuentran
sus paràdojas.




Guillermo Paredes Mattos

Lo Indispensable y Necesario






Es indispensable.
La noche es de acertijos franceses
y la luna en su rostro aparece como
la ilusiòn del gènesis.

Sin conocimiento ni escencia
plantea la orilla el paso
del tiempo 
a escalas
el decorado del rìo
igual al horizonte,
las falanges de cartago en
un promedio de
òsculos.


Tambièn necesario
que èsta fantasìa presuma
historiadora,
trepanada por la aurora màs
de una vez
y en el relente de un circuito,
la ùnica electricidad que despliego
milite arcanamente
entre activistas
de psicodelia.

Indispensable que pseudo-mitòlogo
baje a lo posible
con toda la apariencia
del fusil en las cruces,
es sobremanera indispensable
que al dividirme
tiemble igual que un carbòn
el granito en las
evoluciones.

Asi, tomando los parpados
del infinito.

Porque el infinito es sòlo
un mal calculo
cuando los objetos desaparecen.



Guillermo Paredes Mattos

jueves, 25 de abril de 2013

Patafìsica del Amor







No dejo mi caminata en la orilla.
No hace falta.
No hay necesidad y si  lo permite
la experiencia, cortarè un roble.
Una encina. Ese pino que estaba cerca
de tu infancia
como un dios verdadero con el cual
nunca dormimos ante los astros.
Sòlo lo soñamos.
Soñamos porque era màs sòlido
que divisar un navìo y tocarlo.
Soñamos porque la parafernalia
de la luz morìa
en nuestra desesperaciòn.
En esos dìas la desesperaciòn era
tranquila y conceptual como
un gemido.
Serena.

Todo era tan tan indòmito.
Tan encarnizado. Opusimos
la voluntad tantas veces
para espaciar ello
con la esperanza
de equilibrar
el infinito.

Pero tù sigues dormida
en ese sueño.

Y yo me sigo preguntando 
porquè.



Guillermo Paredes Mattos

Lògica de una Mesa







Toda lógica es una
mesa.

Reflexiona a base de madera.
Tiene puntos ortográficos, no cardinales.
Espera al hombre y lo deja pensar segùn el 
eco de la tarde. Segùn los planos de la noche.

- A veces invita a dios a esa aventura-

Es la memoria de una abstracciòn, 
ancestral obviamente.
Ligada a los diluvios por supuesto.
A los nada màs y demasìas.
A cosas que no son evidentes sino
despuès de su existencia.

Su corazòn es una galerìa.

Por ella descienden los craneos
hasta nosotros.

Y logran crearnos.




Guillermo Paredes Mattos




sábado, 20 de abril de 2013

La Condición de una Esfera









Por regla elegimos grandes heridas.
Y a veces por ello mismo se alejan. Una
herida sólo se queda cuando
dejamos de elegir, cuando un cristal en
la marea comunica
paseos de arbustos sin ninguna elegancia,
inspirados por enlaces con
elegías y un drama de gasfitero en
tu casa.


Y mi peso es la personalidad de un
pacifico oceano, frente a él ese nombre
se convierte en una debilidad cartomantica
en relatividad con sinos de sol
y mientras todo es cualitativo
como un arbol humedo
donde antilopes y leyendas
con el aliento, muestran los clavos
y las cigarras de una lengua,
todo aparece con su legajo
antartico,
con esa naturaleza donde la sustantividad
vuelve al espacio,
como una condición y la sangre
aprende a semejar
esa esfera.

Miles de puntos en esa esfera, te dicen
entonces lo que sienten.


Guillermo paredes mattos

Las Preseas de Barbarie





Retocar una zona, una línea jónica.
Invadir ese culto, llevarlo al simulacro.
Quedarse solo en una aguja.
Bajar hacia el espectro ya que el día
no completa su tarea. El día deja al mar
tantas cosas. Poner su vida al lado,
llevarlo justamente donde cabe, en una
primavera de inquisiciones, bajo el patrocinio
de lo amado. Dormir en una gota sin el
peso de la libertad negada por la letra,
ser sospechoso a cada rato. Sobre todo
cuando tu estado es racimo
una continuidad de costaneras y halos,
despender del halo y los afrodisiacos
-inmobiliariamente- luego, conceptuar
un tren, alar magazines de epilepsias,
restos de valkirias sin interes humano
al desdecir, al plantear enmiendas
entre la temperancia o el criterio
de una llave entre rotulos de apariencia.

Pero hoy alza tus parpadas, en ellos
la premeditación y  la cresta están
llenos de plagas y creyentes. Neblinas
y cielos de cirujanos esperan en casa
tulipan, no hay pautas como la llama
para detenerse. No hay manchas de
sol cuando gira. Sólo hay cantos que
doma eternamente la barbarie.




Guillermo Paredes Mattos

lunes, 15 de abril de 2013

El Reguero de las piedras







No poseo sabidurìa de hexàgono.

Tampoco del nucleo y su gemelo
al despertar en un tridente. Eso es
filantròpico y tiene extrañas claraboyas.

Pero debo raspar mi piel ante tanta 
reflexiòn.


Debo ser inmediato, con la finalidad
de ubicar mi intuiciòn en
una memoria de grasa.



Y acaso las pàginas que faltan a esta
aurora, pertenecen al herviboro y el aceite.

Tantas cosas son posibles desde este
microscòpio
que casi llego al desgano
y mi dejadez me presiente
para asi conducirme otra vez a los fardos,
al brillo funerario,
a esa impresiòn con la cual se me presenta
tan escurridiza como un lampo
pero siempre material y mortal
como mi esgrima.

Ah...Mi esgrima es otro problema.
Otro gran problema con el caer y subir de la tarde.

Ambas oraciones llevan enardecimiento de gas...

De globulos. De oido y odio.


No poseo conocimietos de una herradura.
No hablo de cruzadas pero la misantropìa con
que cada cual cae hacia la redenciòn no tiene catadura.

Es sòlo una condiciòn.

Un adjetivo absoluto del reguero
de una piedra.



Guillermo Paredes Mattos

sábado, 13 de abril de 2013

Oràculo de Nucleos y Rocas







Toda actividad es un poema.

Baja de seis puntas buscando mirar
un pètalo.

Esa actividad està destinada a 
diferenciar un cometa. Pero no sè
de què.


Pero el poema tambièn es un nucleo.

Una fragata fundièndose
en el alma. Despierta entre 
espectaculos, donde circula
y se encadena a la providencia
igual que una llamarada.

Eso es algo que puede reducirse
a algo màs hermètico.

A algo que podrìa rozar el
tanteo tan efervescente
de una roca.

El problema es que esa efervescencia
en la piedra es tambièn un nùcleo.

Tan diferente del poema - el nucleo-
que no logramos separarlos.

Por ello la piedra alcanza al poema
y su nucleo en esta bandada.

Igual que un devenir.



Guillermo Paredes Mattos

Movimientos Intelectuales de la Palabra








La curiosidad ùbica con antelaciòn 
sus cosas.  

Se dice que acontece en el tiempo.

En realidad acontece en el presagio.


De lo ùltimo no se puede decir.

Apenas se puede escribir con una esfera.

Tenemos la imitaciòn para que 
ello pase.

Pero la imitaciòn es emigrar a
una figura que la creaciòn abandonò
entre  la realidad. Dejar de poseer
nuestra vida.

Eso es imposible.

Sòlo escribimos.

La palabra nos conjura desde algùno
de sus ritos.

- Conozco algunos -

Con los años vendràn otros a tocar
mi puerta.

Seguramente abrirè la puerta a algunos.

Otros simplemente los atenderà
la palabra.

Esos son los que nunca van
a pasar.





Guillermo Paredes Mattos



jueves, 11 de abril de 2013

La Experiencia del Lumen






Reconoce este momento.
No duda, no fundamenta, no guarda
en su espìritu un dogma, no es creencia,
ni opiniòn, no necesita latitudes
ni regiones.
Es dimensional sin guardar dimensiones.
Mùsical y ariete como una nociòn
en extremo del concepto, va y viene
segùn los acantilados de lumen,
del sueño en el àrbol de la
ciencia, el cual no siempre
es de la vida. No siempre,
pero cuando se convierte en èl
a fuerza de moralidad,
dejamos la experiencia
como parte de una cadencia
fundamentalista, orientada, màs no
hacia los pàjaros del infinito.

Esos que vuelan sabiendo que al
desplegar sus velas derramaran
su sangre.

Para crear un hombre.





Guillermo Paredes Mattos

miércoles, 10 de abril de 2013

Brocales Rosacruces







En ese dibujo estaba el crimen.
Llevaba un pensador de carne y otro de
piel, ambos maduraban junto al solsticio
donde la soledad alimenta un atomo.

En ese tiempo había aprendido a
amar los astros, pero no por lo que eran,
sino por aquello que dejaban de ser.

Una piedra, un esoterismo de asombro.
El advenimiento con que una alambrada
dominaba la luz del imperio
mas remoto, al amparo de esa ciencia
nosotros crecimos y despertamos con
la inercia de la gravedad
en un nicho de botellas
cuando el amor es amarillo
como un culto.

Libros de coyunturas salvajes entre
las marismas. Deseo del mar junto a
un repelente donde un miocardio
llenaba de condiciones la naturaleza ante
el hombre, la sal aprendida de su conocimiento.

Y todo ello alzandose entre proas.

Todo sobre atroces insignias
de ancestrales estirpes.

Donde nuestros tropicos se abrían al
destino con muertes de boinas
y brocales rosacruces.



Guillermo Paredes Mattos

lunes, 8 de abril de 2013

Paràdojas del Poema Ideòlogo







No conozco un dìa que no camine 
por su subjetividad, para escribir de otro.

Es dificil ubicarlo, màs aùn si vivimos
rodeados de aves, como no de exactitudes.

Es perfecto segùn la anatomìa y los
conclaves.

Se examina muy en las cumbres, se da cita 
nada màs entre lo aureo.

Es imposible vivir ese dìa
desde la herencia de las manos.

Colgarle un zapato cada noche
en su vela.

Es imposible e inasible
detenerse a conquistar alguno de
sus ejemplos.

Incluso el libido de su cartomancia
màs conocida como ortografìa.


Esa es individualidad del indice, pero ya 
no del dìa.

Es nuestro deber, mostrarle que crece
entre la existencia, sin papeles.

Sin alimentos ni opalos.

Sin velèmenes donde la distancia
es una orbita.

Es menester, quitarle sus creencias
y que estàs caminen directamente
a las ideologìas.

Tal como lo hacen las nuestras.



Guillermo Paredes Mattos




Guillermo Paredes Mattos


La Curva de la Belleza






Esta linea no es la vida del poema. Logra ser
a veces su existencia y llega inèdita a la noche,
muerde el azul de su naturaleza por capitulos. Y
en sus poemas - cuando se trata de ellos- no hay 
oraciòn, que conquiste sus vaticinios. Apenas los tensa.

Higueras de nubes, desentierran sus manos de los 
astros, el libro de la inmensidad las muestra unidas
entre arengas sociales de pilotos. Todos sus acasos
incursionan entre tornasoles donde sòlo nos contesta
una ojiva, la cadena del lunes y el pedazo, el crimen
del mausoleo, ocultando el espìritu de la figura
en el marmol o la piedra y luego esa fantasìa
nos ilumina, para tener la visiòn de aquello
que logramos despedazar en la imaginaciòn.

Y eso es totalmente absurdo. La imaginaciòn
y la fantasìa sòlo nos traicionan.

Asi -por pedazos- tambièn se curva la belleza.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

Anatomìa de los Prismas









Despuès de los dragones
una melodìa cayò como un àrbol
del tiempo y vibro en las 
criaturas.

Despuès del portento
el alma se arrastraba arrogante como
un templo en los
manuscritos de las 
decisiones.

Sociales y metricos
en planetas fragmentados
por los himnos
derramamos la frase
con que muestra 
la ilustraciòn
su sentido.

Y equivalentes,
en hialinos esbirros
de entonaciòn
marcando  
flamencas cicatrices 
del aura,
volvimos a las expansiones
como una 
anatomia del anhelo
atravesada
por un rayo de vidrio
ensoñando
una y otra vez
sus
colores.

Aquellos que desprende
cuando atraviesa
un aura
en el contenido
de los
prismas.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

domingo, 7 de abril de 2013

Neo-Culturalidad del Artificio







Aquel, el artificio.
No he dormido en él con la fuerza
con que lo he soñado.

He visto sus espectros. Sus sótanos de 
témpanos.

Lo he visto buscar bibliografías en
una epifanía, lo ví caer del agua
con el rubor y la verguenza 
del timpano cuando 
no reconoce el siglo
de un sonido.


creo.

Decididamente 
creo.

Que aquel día los árboles 
llevaban sortijas amarillas.

Y sus timpanos al recoger
el sonido que
emanaban.

No lo graban comprenderlo.




Guillermo Paredes Mattos

sábado, 6 de abril de 2013

La Ejecución de la Palabra






Una noche me encontraré con la vida.
No será como cuando alguien escribe.
No, como al alevar una pregunta.
Tendré una memoria para todas mis interrogantes,
incluso aquellas que no fueron resueltas
y siguieron el destino del mar
para que el mar les de forma.

Buscaré un diálogo en la orilla
Ofreceré una palabra a cada ola. Un ser
diferente en el verbo, habrá arrancado
el significado que un alba tenían
y lo habrá enterrado entre los cefiros.

Y seguro, tomaré nuevamente el camino
a mi casa.

Porque aquellas palabras dirán ya
otras cosas.




Guillermo Paredes Mattos

Antarticas Idolatrias






Mentalmente reconocemos las cosas
con fàbricas de otro gènero.

Y esa mentalidad existe como un eje
alimentado por la espuma.

Asi creo en alfiles, meridionales
como una formaciòn antartica
de crònicas.

Mentalmente una montaña es 
el arco iris radical
de una mariposa.

Sobre ello tanteamos.
Y experimentamos
el universo de un cautiverio 
indòmito en nuestras
anclas.

Sobre esa muestra los lèxicos;
el punteo de la tautologìa,
el poder de una voluntad,
buscando su idolatrìa
entre la realidad

Una idolatrìa perdièndose
siempre en lo desconocido.



Guillermo Paredes Mattos




jueves, 4 de abril de 2013

La Nada y el Desencantamiento del Verso






He pensado: Hay una esfèra
de catalogos en una brùjula
decididamente aerea.

A su lado un destino sin individuo
es escarpìn objetivo
de yesca
con flujos de diamante.


La indiferencia ha cortado sus cabellos
y los limbos buscan su flauta.

He pensado: Ningùn mundo es tan 
ajeno, como èste lìrico espejismo.

Tan cercano a los animales o un dìa
de petròleo hundiendo la belleza.

La proporciòn de ese pensamiento
es coherentes con faenas de vidrios.

Su proporciòn es gamada yesca
de los màs violetas acentos.

Las torres no lo encuentran en 
el lugar donde no fue inspirado.

La inspiraciòn no es tabernaculo ahora,
menos ceremonia

es un motivo para humillar algo que
el verbo oculta en sus andas.


Y despuès de ello, las cosas son nùmero 
de otro ir, màs carnivoro que el mìo.

Y pienso, mi repensar no es concreto
mientras desplazamos un guìa de hielo,
mientras nos deslizamos entre la nada
y algo. Algo como el desencantamiento,
una nada semejante a otra memoria.

Pero ello conviertese en un segundo,
donde el desencantamiento y la memoria
buscan otras raices, para elevar un pensamiento.

Y sòlo encuentran un verso.





Guillermo Paredes Mattos




El Luz al Deletrear









Como aquella luz deletreando las palabras
que forman el nombre del oceano
para sentir en cada una
su brillo.


Como ese amor descendiendo
por la sensibilidad hasta
un cuerpo
con esa magia que siempre
desconoceremos.

- El amor no deletrea-

Dentro de un diàlogo buscando en sus sonidos
cada amanecer un hombre y encontrando
nada màs un lenguaje, es decir el verbo
buscando entre sìmbolos
sus coincidencias.

Entre las partes y divinas y providenciales.

- De ese verbo-


Como un diluvio. No el que pertenece a cada hombre.
Menciono aquel del respolandor
cuando no halla nada de lo aquì mencionado
y es extinguido por el hemisferio.

Cuando la memoria recoge una antorcha
intentando guìar, tocar la marca de un acto,
tan inusual, tan templario.

Y sòlo encuentra fòsiles.




Guillermo Paredes Mattos

miércoles, 3 de abril de 2013

El Centauro de Sol







Como un centauro de sol dormido en la arena,
astillado a veces por el agua, acariciado otras 
por la marea.

Como el suicidio de un planeta.

En la cortina de una mancha habitada por los
labios.

Por un juez de coral y horizonte 
soñando sus esquirlas.

La adivinaciòn del pez y del clavel en una
cìtara.

La expresiòn de adioses 
que atraviesan
cosmogonìas, con la experanza de otros idolos,
de otros puertos de sal en los cabellos.

De otras cartas de acido.

Y entonces pregunto a los centauros porque
dejaron morir a uno.

Porquè en esta imagen.

Hacia esta pàgina de hidrògeno donde las estrellas
anudan o intentaban anudar otras cosas.

Y mi espìritu buscaba ese movimiento.

Esa carta astral del aparejo.

Esa nieve en los ojos del velero.

Pero los centauros no responden.

Y recuerdan que eternamente
duerme uno en
la arena.



Guillermo Paredes Mattos

lunes, 1 de abril de 2013

El Elegir de la Belleza








Hay cosas implicitas.

Van por el oceano buscando luceros
que puedan encerrarse en una oraciòn.

Van repartiendo truenos.

Alguien en el universo descifrarà en ellos
el origen de sus propios relàmpagos.

Ello crea lejanìas.

La lejanìa que observamos en relaciòn
a ellos.

Aquella sinuosa, temblorosa. 
Suspendida en indefinibles cosas.

Acercàndonos descubrimos que
sòlo es la impotencia del espacio
por dar forma a un reflejo.

Y en ese reflejo, hoy la distancia no 
define estas cosas:

Una calle encerrada en un màstil,
una flor de cemento varada
entre las piedras,

los perfiles del hombre entre la
continuidad.

el sonido de una màscara en un tren
elaborando idiosincracias.

El poema aquì llega a un nivel que
una figura deja de comprender
buscando una conciencia inmediata,
ya no explicita.

Es diferente. Por màs que la diferencia
intente alejar su lucidez de ello,
para no separarlas.

Es inevitable cuando es la belleza
quien elige.



Guillermo Paredes Mattos