La Lechuza en una Habitación
Hace horas era un prólogo.
Una palabra con forma de ácido arrastrándose entre la lluvia.
La lechuza en esta habitación era azul.
Mi alma hecha de pedazitos volvía
a intentar unirlos.
Todo objeto aquí flotaba.
Todo ser dedicado a crear ángulo tras ángulo buscaba ser pronunciado.
Con todas sus fuerzas buscaba que tú lo representes.
Pero esa es otra abstracción.
Y no vivirás por mucho tiempo en ella.
No viviremos.
Pero al margen de ello alguien tomó un pétalo en la hierba.
Lo hacía porque algo llamado continuidad exige otros nombres cuando
todo se humedece.
O se seca.
Cuando veas tu rostro lleno de anclas lo comprenderás.
De no ser así finalmente es tu historia.
Tú quemas los países.
Eres tú quien conduce el mar hacia el fuego.
A mí solo me toca observar todas las fogatas del mundo.
Con un poco de fortuna llegaré a la
contemplación.
Has visto como emana una cresta
de la ola ?
Como su imagen pervierte en nuestra mirada
esa constitución que debió a otro lugar encaminarnos ?
Digamos a una capital o una península donde los cuervos descubren su
alma sin haber estudiado
anatomía.
Bueno ellos son más viscerales.
Ellos evitan las cúpulas de las iglesias.
Y el asunto es que tú y yo descendemos de las hienas.
Uno de nosotros no escatimara
esfuerzos para devorar al otro.