viernes, 27 de febrero de 2015

Conocimiento del Espejismo






Conozco el espejismo por este callejón en
los árboles.
Por esta racionalidad con que los árboles 
han traido palabras universales de cuentos amarillos.
Por el vuelo en el amanecer de las idolatrías.
-Creo en ellas en la medida que lo divino las desnuda-
Creo en ellas igual que en las profecías agitadas por los
gatos en las colinas.
Como los husares que absorven los coros de la tierra.
En el espejismo con una gravedad que es de numen.
Por su tristeza que no logra ser envuelta por la miscelanea.
Conozco el espejismo en la medida que una hoja
desciende a la palabra y describe la asonada de un ser en la metáfora
de un ser en los valles prohibidos de la oración
y el verbo
en los cuales las grandes campañas de los habitantes 
empiezan un viaje extraño y silencioso como desnudarse.
El espejismo de inmensos lagartos en los asteroides.
Sus mensajes de granito inmolados en la melodías 
de los navíos.
El espejismo conozco de los huesos cuando se juntan
con la carne y caminan silenciosamente por un
camino construido por la hierba.
Sé del espejismo por los deuteronomios que hay en la distancia.
Por los lirios de ambar entre lo sucedaneo.
Por sus cartas y poemas borrandose en los látigos.
Sé de él, por sus poemas llegando a la soledad con paredes 
de astromelias.
Con su imaginación atada a las bacilicas y a los perros
de sal que conmueven sólo los conventos.
Esa imaginación dibujando frecuencias de mandarinas 
y gallos.
Percibo el espejismo hasta un punto donde el rincón es
la savia, donde la salida del sol en el amanecer pertenece
-para comprenderlo- a la numerología.
Sé de él por esa ciudad de reptiles en mi pecho.
Por los nombres que pueden ser descoloridos o no.
Nombres que se agitan como el sol en más de una rampla.
Conozco el espejismo por la lentitud de la amapola
al convertirse en veneno.
Por las gestas de sus extrañas metamorfosis.
Por sus corzos manufacturados en la identidad de extraños
castigos en la iridiscencia.

Conozco el espejismo por todo aquello que logro escribir 
de él.

Pero sé más de su existencia, por todo lo que desconozco.





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