domingo, 26 de febrero de 2012

La dimension Transparente

Alguna vez debì haber recorrido un sendero.
Una tierra sin minerales donde la imagen
del aluminio era esterilizada.

Y debì haber creado casi desde la imaginaciòn.
Incluso hoy me digo que si pertenecì a la experiencia
ello fue voluntad de ese destino que dicta inspiraciòn
en el arbol de sus sìmbolos.

Busquè palabras debajo de las piedras, jamàs encontrè una.
Sigo buscando en ellas, màs no con la esperanza de encontrarlas.
Llegado un momento en nuestras vidas, se busca nada màs
y llevamos la maldiciòn de separarnos de ese acto para
que logre pronunciarse.

Alguna noche pretendì que los vaticinios recorrieran
mi estupor como lo hizo mi vida. Pero el vaticnio es
otra clase de aurora, algo que no ùnese a nada.

Intentè unirme a la nada, pero ese caos dibujaba
actos tan ardientes como un palo y crecì entre maderàs
buscando su forma. La nube encerrada de su patologìa.
El crimen lacrimògeno.

Alguna vez debì llevar esos tòpicos de la existencia
y con ellos me darramè entre patios y sombras de pinos.

Yo le he dado a la pronunciaciòn ese lenguaje donde
el idioma sueña hasta vibrar nuevamente.

Yo le he dado toda mi esperanza.

Pero entre ofrecer y llegar a un objeto
està el concimiento de invisibles cometas.

De centellas como la oraciòn y un pedazo de vidrio.

De tantas, pero tantas cosas.

Que yo desconozco.






Guillermo Paredes Mattos

viernes, 24 de febrero de 2012

Lenguaje de las Carabinas

Como un muro de inocentes en el instante de las apariencias.
Como una muestra de olvido imperando en voz baja, llena
de coronas y trastos en fosas amarillas. En las muletas
donde la habitaciòn no es contigua y forzamos los muelles,
el latido del pulpito, el latigo del ser con el aura.


Enfebreciendo su alma en las dotes cientificas, lo observamos
bajo nieves y lazos simultaneos, como una industria
o el lote de la lluvia que arrastra sensualidades
y cosas, cosas de leteo, barcos entre juramentos.

Perseverando en un dìa sin destino. Extremadamente en
los apogeos, cayendo en la individualidad del halo.

O simplemente la carabina del cometa tan adentro.


Guillermo Isaac Paredes Mattos

P

Bacìlicas de los Labios

La duermevela en los lirios de
los aparejos.

Esa funciòn de araña...

Como espectaculos y bastiones desertàmos
del dìa hoja a hoja.

Y encontramos el lugar del crear entre la
desesperaciòn, asi,
nocturnamemnte la ilusiòn de volver
es menos complicada.


Trajimos una màscara.
Obsesionados desde el trajìn
sembramos una botella en la boca,
muy junto a su aventura
invocada por las pesadillas
en tormentas
sin proezas.

Era como la visiòn del agua
en un càlculo,
en sueños de reversa.

Era la invenciòn de objetos, oxidos
labrados por barbaries.

Allì universos de fuelles y equilateros
en los puntos lùdicos del alma.

Como repertorios de basìlicas
empezaba el mal a ser felìz,
tuvimos que ascender a ello
desde la estructura de dialècticos
palcos.


Apilando su corazòn entre muchedumbres
y trincheras.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

Iniciaciòn de las Elevaciones

Con semejanza de susto cae el propòsito.

Igual a un ladrillo que sufre por el mar.

-Una periferia inhalando entre bordes
tan solo cohortes-

Un paciente de naves inciandose en los rìos.

Como una nave de esperma.

Resistiendo en los estadios de la coherencia.

De esas formulas dotadas de crecer y de pasar.

De anhelar dictaturas
en las cartas.

En los mensajes que ya no logran
incriminarnos.

Y entonces nos sentamos como una consecuencia.

Como un hechizo sin magia.

Sin necesidad de buscarla.

Totalmente convencidos que ella
nos abrirà al espìritu de sus elevaciones.


Guillermo Isaac Paredes Mattos

martes, 14 de febrero de 2012

Arquetipos de la Supersticiòn

El espacio tatuado por el aire.

La mariposa del agua siempre borràndose en
sus superficies.

La corriente sepultada por el cèfiro.

Me pregunto. En què momento el mito se perdiò
de mi corazòn buscàndo el destino.

Y vuelvo a preguntar, porquè la respuesta
jamàs me dirà algo. La respuesta es un principio
del conocimiento. Un aquì o un allà
como en un diàlogo, donde escupimos
toda catedra queriendo incendiarnos
deteniendonos en cada pulso
en esos segundos que no tenìan
porque separarse de los relojes.

En esa direcciòn que no tenìa porque
ser arrancada de las brujulas.

En la leyenda que se desvanece desconsolada
en algun lugar de su soledad, al saber
que jamàs volverà al pergamino.


Nosotros lo hicimos.


Nosotros destruìmos todo ello.


Y no hay manera de empezar
de nuevo.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

El Pubis de la Transparencia

Ella fue creada por un pubis y llenò
de efebos las constelaciones.

Dijo al agua que las naves donde enloquecemos
son ardientes como un dìa sumergido en la boca.

Un dìa que no puede hablar, que no respira
y se interna en el higado con un brillo de luz
arrancado a la aurora.


Ella era un efebo, un edipo de barro que bajaba
por el mar descubriendo una corriente.

Un hemisferio de lunas acariciando sus ruinas.

El trote de los astros cuando encienden la arena
desde las escolleras.

El vidrio del estuario.

El conocimiento antes de patir hacia el radio
y las frondas de un color transparente.


Ella era un retrato, un pedazo de àrbol
con trabajo de dios, una creaciòn que oye aùn
bajo el amanecer que la mañana nunca llega
al mediodìa porque no sostiene en su
cuerpo un nictalope.

Ni una habitaciòn, donde las galeras
descienden hacia una iniciaciòn
con la percepciòn
de una ciencia
bañada por el instinto
sobrecogida una y otra vez por el pànico.


Y por ello ella era un pubis
una criatura que aprendiò a vivir bajo el vientre
y que una noche sin ningun hemisferio
llego a la intuiciòn
con una zona ebria de hogueras en el alma,
con el ejemplo
de un vacìo transparente como el liquido
donde la armonìa
ya no quiere vivir.



Guillermo Isaac paredes Mattos

El Lance Esmeralda

Era una palabra.

La conducimos por la arena para crear en ella
màs de un capìtulo. Algo que fuera semejante
a un protocolo.


Viviò alguna vez entre la experiencia.
Tocò la sed y si toda noche fuera extrasensorial
afirmarìa que no moririà en los sentidos.

Que de lejos podrìamos tener una memoria
que no estuviera llena de recuerdos.


Porque el recuerdo es otra ceniza
el polvo de los sentidos cuando mueren.

Ya sea entre los hombres.

Ya sea entre las cosas.



Guillermo Isaac paredes mattos

viernes, 3 de febrero de 2012

Las Civilizaciones Ortopèdicas

Estàn los que daràn un paso.
Aquellos que no lo haràn.
Los que el tiempo cubrirà de mimesis.
De sonatas tanto como resplandores igual a
una muestra de hiedras.

Nos sorprenderemos ante las sombras
pues al tocarlas estarèmos conspirando dentro
de otra naturaleza.

Miraràs aquellos que llenan los suelos,
aciàgos tanto como ortopèdicos.

Percibiràs la muestra del birreme
incendiando su propio balbuceo
y esa experiencia
descendiendo del humero.

Escribiràs y no del equilibrio.

Leerè buscàndo patriarcas.

Conservarè la espectativa donde se aguardan
estrenos de gravedades y venas
seguirè a las ùltimas.

En el interior o fuera del hombre
son indomables.

Y basta lo indòmito para jamàs
detenerse.



Guillermo Isaac paredes mattos

El Decorado de la Sangre

En ese tiempo no existìan
los fusiles.

- Y como ahora-

Los hombres decoraban los puñales
con su sangre.




Guillermo Isaac Paredes Mattos