Aquello que Conocen los Pájaros
Conservo una orilla.
Allí crece un herviboro casi dormido en tu cuello.
Tú has rodeado la playa con un muro
de piel.
Nunca escapará de ese mundo.
El escribe porque piensa que así quitará el peso que colocó en las palabras.
Entonces es en vano.
Observas con incandescencia.
Tus ojos están tomados del hemisferio.
Así desciende una bandada
en ellos.
Los pájaros conocen aquello que está unido a sus alas sobre la tierra.
Por ello es que no descenderán en
los míos.