jueves, 19 de febrero de 2015
Boceto del Lenguaje
Hoy ví caminar un lenguaje. No estaba lleno
de rituales tal como los mitos escribían.
Tocaba acentos y misticas, pero no era suficiente.
Compuesto de asonadas y virgenes caminaba a
las células.
Hoy ví pasar el lenguaje y era melodía que iba
a los monjes y los sacerdotes.
Escribía de palacios y sociales templos, donde
la vanguardia digería su temple.
Además de caballos, tenía coeficientes.
Junto a sus palmeras de carne, bocetaba un
astro.
Esquirlas de bruma pensaban en él y sus formas.
Era un lenguaje de sino, hiel y culatazos, de ruletas,
poncianas y jardínes con los brujos.
Buscaba la nieve, pero vivía ensimismado y hasta
una noche de intensidad llegaba con sus ojeras,
sus días de primate y pavimento, sus logaritmos de
espinas y birremes, junto a psiquiatricas langostas.
Valle de céfiros como auroras de predicado, cuando
el mediodía oprimese contra cintas de perdigones
que cosifican martilleos y entre tú y yo los objetos
son entes que miran el mercurio pasar.
Tallos con escenificaciones antiguas de poesía y
redención, de fabulas y tortuosos hallazgos donde
brota un palacio invocando en la falange una entraña
un ritmo de tabus y platino, una leyenda de marcos
y sensibilidad, cuando la nuestra vuelve a un salmo
hecho de sal y efigies.
Hoy ví al lenguaje, era ortodoxo como la piel al
intentar tocarse.
Amarillo como la distancia cuando se transforma
en escrupulo.
Y tal escrupulo en las palabras vuelven a un
centauro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario