jueves, 5 de febrero de 2015
La Abstracciòn de lo Divino
Veo mi deseo de ahogarme en la inspiraciòn
para que una palabra brote.
Y viceversa.
-a veces la inspiraciòn es un dios emplumado-
Y pienso en el verbo como una
abstracciòn de lo divino, pero no siempre
es asi.
A veces el verbo es un cine.
Un pilar donde la nieve remanga su camisa.
A veces sòlo una proporciòn.
Y vuelvo a enumerar las dòciles cosas de mi
casa para crear alegorìas.
Esas dociles cosas sociales y desnudas con
que presiento y presagio el numero
sobre la borda de una orilla.
O el eco en la filantropìa de algùn muerto.
De algun muerto pensativo, aùn coloquial, describiendo
el sentimiento que hay en el pavor cuando
recorre la inteligencia en ayuno.
De ese pavor al panico en el pensamiento hay
menos de un paso.
Por lo tanto no sabemos que hay.
La muchacha que reflexiona es como una de las
primeras imagenes en este poema.
Es decir un dios emplumado.
Yo la cito por las altas madrigueras de sus
idolatrìas.
Por el suave embrujo que destierra con su
cuerpo.
Pero yo veo que mi inspiraciòn se ahoga
para volver a una palabra.
Y lo mismo sucede con el verbo.
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