viernes, 30 de diciembre de 2011

Terciopelo Subterraneo

Entonces el verbo define lo atroz




Intentos apolineos de mascaras rojas
cuando el brillo entretiene a las hojas
con pretensiones de bosques marinos
o metabolismos de savia.

Pero esa decisiòn llega de una nave
tan naufraga como cualquier movimiento
y el movimiento es un ser que camina a la deriva
sin encontrar jamàs un espacio.

Pero esta noche hablo con las cosas.

Ese es un mundo, una creaciòn donde
las ciudades mostraban su enfermedad
èsta era de òpalo,
donde se extinguìan los pàjaros.


Asumamoslo crisoles
en las murallas no hay lugar para nosotros
sòlo hay dientes y mamiferos de agua.

Fuì un sepulcro que tuvo iridiscencias en los angeles del alba
y todo angel tuvo una caida,
me pregunto cuando se darà la nuestra.

Maleficios de agua me acompañan
me guìan estertores de amor semejantes al ideal
de un solsticio,
ignorado por cetrinos estrògenos
aquellos que caen junto a estulticias
donde calendarios de un parpado
borran la espuma
como si tratàrase de una orilla
en la mente.

Esa orilla tan idolatra al recibir a las olas
en cada ola hay una pasiòn pagàna
el destino camina con ella inventando mitos
para salvar a los hombres,
el detalle es que la pasiòn creò su propio universo.

Yo hablo mucho de detalles, ya lo sè.

Por ello estoy aqui
sin ningun sentido para oir a las cosas,
memorial como cualquier sortilegio,
no tan eterno, semejante a una vida
que busca trapecios
para confesar un hambre,
lo màs terrible es que llega del verbo.

Quisiera vivir como yo, quisiera responder como ellos
pero soy un suicida en forma de nieve
sin ninguna escencia que pueda sostenerme,
construì mis pèndulos
tan propios sobre esta distancia
que ironica
presenta destello de un niño
cruxificado sin amor por la belleza.

Oh, verbo, estamos a la par, caminamos desnudos,
como tù, sòlo vivo entre auroras y amaneceres,
entre ellos hay un pajaro que es esgrima en su vuelo,
sòlo quisiera una herida de su espada.

Y mientras los puñales adiestran
particulas de itinerarios semejantes al mercurio
escribo iridiscente con el instinto
inscripciones en el sexo de la piedra.

Ya no me importa desdecir lo que he vivido,
finalmente ese es el destino
de alquien que ama los funerales
que insultan lo remoto
y cada noche entre relampagos
dejan que algo lo
llame sensibilidad.

Tacto del sonido en las
mafias de mi desencanto.




Guillermo Paredes Mattos

Pronòstico de las Tiniebla

Pareciera que el problema de la idea
es vagar por si sola por el pensamiento.

Pareciera que los juegos del amor en ella
conciben apariencias de muertos luminosos.

Y los sonidos en ellos son como
una herida.

Un dolor seco, prosopopèyico.

Arrastrandose en la mùsica que ofrecen
los capìtulos.

Teniendo las manos como una sombra y un
verbo automàtico, decidido a sembrar
algùn astro.

El problema de la idea es que
durante la diplomacia de su poesìa
cualquier pronòstico de la tiniebla
es un gerundio.




Guillermo Paredes Mattos

jueves, 29 de diciembre de 2011

Origen del Desastre

La palabra jamàs es escrita, sòlo camina.

Responde muy lejos, vive entre cabelleras
se sostiene en inviernos.

Semejante a una sacudida
a un extraño movimiento.

Su experiencia està hecha a base de
cosas que borranse, de caidas.

Su vida no fue confeccionada por el barro
contrariamente a los hombres que mueren
en èl, la palabra en el barro
a lo sumo se humedece.



Como mensaje de rocìo
juntàndo iridios en una palestra
de botones para una imagen, la palabra
ocasionalmente es un manuscrito
donde lo tembloroso atisba.

Algo de eso tan tembloroso acelera
su equilibrio. El temible color
de su herencia...Y escribio color
como adjetivo de lo temible
porque en ella el juego de los
mitos vuelve a lapidarse.

Y entonces su respiro evoluciona
apuntando al disturbio
coronando de desastres la tierra
empujàndola a neologismos
donde el espìritu al crearlos es
nada màs superficie intuitiva.

Allì la creaciòn no tiene objetos.

Nos engañamos si decimos que la
creaciòn vive cerca del mar, en el interior
de la piel, enseñandoles a los hombres
otro mundo.

Visto de ese modo, una superficie
nos ha posado ya en lo intuitivo.

Y en el pecho abierto de su corazòn
brotan las cosas.



Guillermo Paredes Mattos

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Principio de la Voluntad

El que quiera frotar una lampara...





He vivido como una realidad alejada del ser
intentando crear un hombre.

Una necesidad vestida por colores donde el
misticismo recogìa su advenimiento. Ese fue mi lecho,
la ùnica proporciòn de mi casa, mi miramiento,
mi desdeciemiento, he subido al lenguaje
buscando un idioma que me alejara de mi mismo,
donde mi craneo se convirtiera en ancla
donde dios no fuera juez
y mi individualidad
escribiera como un parpadeo
semejante al postrero latido de la belleza
cuando evoluciona hacia el conocimiento.

-Acabo de citar la muerte, porque està en todas
las sublimaciones de la existencia-

He sido un conomiento.
La estatua del mar junto al requiem desnudo
del latìn, el uso convicto del barro
antes de una despedida en un fruto
maduro y silencioso en las escamas
de mi boca.

Fuì un biblico ser que caminaba
que -en presente- camina y es singular
como el habla de la divinidad
igual al amanecer mientras asciende
al propòsito. Y no nos damos
cuenta.

Fuì un poema, cuyo fondo, es sòlo un ala
del ser, el mientras de una falacia en
mis huertos
y èsta playa borrada por jardines
por frutos cardinales y adolescentes
donde lleguè para sellar el pacto
con mi espìritu.

Y con el recogimiento de su misterioso
universo,
donde ofrece su primer paso la voluntad.



Barranco-Diciembre,2011

Guillermo isaac Paredes Mattos

martes, 20 de diciembre de 2011

Sentencias del Sueño

Una calle donde el veredicto ofrece la prisión del velo
para cadencias donde el barro es de aceite.

Una vía donde nos sostienen oráculos de granizo
y serpientes de nieve.

Esta metáfora es aún sed en la palabra,
habla lejanamente de una nada.

Y todo sucede más allá de las cosas.
últimamente y tan inutil que los parpados recuerdan
crepúsculos de la belleza. Un día ella fué también sabiduría.

No hablo de marcos paganos donde una sentencia se
pueda idolatrar,
no escribo de páginas arteras y diccionarios.

Quisiera sólo ofrecer este punto en sus puertas,
asi cada quien podría perderse de cualquier manera.
Y en esta hoja puedan enfrentarse los dados.

Una muralla, donde los recuerdos lleven la más ardiente idealidad
esa que por comparación es manuscrito de auxilios
de hemorragicos navíos
ceñidos a un estado,
a un festival de naufragios
a una corte de enfermedades.

Cerca, muy cerca del diluvio.




Guillermo Isaac paredes mattos

La Primera Palabra

La Primera Palabra


La belleza de la primera palabra.
La fiera inmortalidad de aquella que la continúa
perpetuada por astrales venenos,
ciencias de azul oscuridad donde el halo defiende
una nota de dioses y ceremonias con el sueño.

Esa belleza. Rota por la criatura del eter
donde los huesos evocan vestigios de memorias sin nombre,
el sentido buscando su experiencia,
el encuentro de un lugar ocupado por raices,
por extrañas estrellas que hablan de la vida,
que la evoca, que miran en sus parpados
la oscura noticia, el ladrido sin sonido,
el manantial y el río, la manada de una constelacion y el fín
de las ruinas, el beso del veneno mientras
el linaje de mis días maestros depende
de la rabia y los dardos celestes.

Por ello desciende la entraña de este hemisferio.
Protector de mis feretros y lapidas de niño,
mensajero de un testigo en tribunales de niebla
donde un espectro desde el sol continua la obra
de mi labio y mi boca espera
mi labio espera,
este fiero mar de espinas,
construido por la belleza de la primera palabra
y su madre.

Su nombre es la muerte.




Guillermo Paredes mattos

sábado, 17 de diciembre de 2011

Simulacros para los Bellos Ciegos

Y mi espìritu reìa y a su risa se uniò la del desierto.




Si alguien nos recuerda fue porque no fuimos descifrados.
Si alguien no puede separarse aùn de su dìa domèstico.

Es decir la tautologìa esta hecha de un acto
que va de la habitaciòn a la cocina y viceversa.

Y con permiso de los vanguardistas y sin ello.

Pienso que ustedes viven queriendo sorprender al mundo
y se olvidan de la relaciòn con los dedos.

Es decir -perdòn por esta cacofonìa- los dedos
son un misterio en sentido nihilista
en cuerpos imaginando una pantera
y despues la noche es dirigible de cenizas,
no lo digo porque quiera un poètica,
mucho menos por querer alcanzar un obra
despuès de tantos amaneceres
eso no significa nada.

Lo cierto es que hay un desierto
lo recorre la arena y la arena es tambien una artista
si ustedes miran un desierto
hallaran un medano
una formaciòn que el viento inspira
pero no por albedrio, ni cosa semejante.

Y si ustedes siguen mirando
esa imagen no puede sostenerse mucho tiempo,
a ella sigue otro momento.

Imagino que de infante buscaba mucho esas paginas
donde el cemento brama soledad con violenta esquizofrenìa.

Imagino que escribìa cuartetos y sonetos
eso fue hasta el tiempo de la espuma
pero mi amor ella està muerto
y jamàs he de volver a èl...Y por màs que siga amando el mar
divago en los plasticos con la reverencia màs lugubre
de los planetarios.

Tambièn relataba
era un resabio de ilustraciòn
de academicismos con mi soledad
mi soledad era tan maestra
y mi fè es sòlo una locura que muestra
proporciones de calles
y mutilaciones de espigas
aunque la espiga en este momento
nada tenga que ver con el texto y mucho menos
con su sentido.

Escribo
porque no hay nada que ganar ni perder
y si esa respuesta es un tòpico
escribo nada màs,
asi como respiro
asi como defeco,
asi como me llevo un pan a la boca
o derramo el agua en mis labios cuando
intento saciar una sed.

Digo sed porque hay muchas.

No tengo sitio en este mundo y ahora sè que
nunca lo tendrè.

Y mientras dejo al lado de un fantasma
esta mitomana alegorìa,
quisiera,
quisiera un adjetivo
que terminara todo
sobre todo en esta improvisaciòn
porque lo aguardan
en el fìn
ese simulacro que inventè
para los bellos ciegos.



Guillermo Isaac paredes mattos

Lucidez de un Encantamiento

Para entender poesìa, hay que asumir el veneno.
Demostrar contradicciones de miedo y orgìa,
ceder a la costumbre de sorber denuestos,
atropellos con forma de narìz, figuraciones sobre
indicios de agua. Lo sè porque de alguna manera
mi explicaciòn persigue desiertos
es decir ese monòlogo
que esconde sus palabras debajo de la arena,
no necesito decirles que lo crean
cada noche entierro mis manos y mis pies bajo ella.

Para entender poesìa hay que sorber metàforas
caminar en el papel pero no mucho
la poesìa va mas rapido que el verso,
el verso en el fondo es una especie de ceniza
un animal en extinciòn que muerde torpemente
es algo que con exactitud conoce la nada,
simplemente la nada.

Y la nada ahora abre su remordimiento
un escrùpulo que amotina sabidurìas
por ningùn gusto,
que tiende a romper equivalencias por cada pistola.

Hoy he disparado infinidad de veces en mi sueño
era una forma de sentar amor en la locura
de decirle que su lucidez que finalmente trepe por la mìa
y la mìa enciende en ella
el pàjaro de la razòn y la cordura,
esos ùltimos màstiles para recordarnos
dentro de un niño,
en un pubis ligero, preñado de algas
donde una y otra vez pueda morder
la resaca.


Guillermo Isaac paredes mattos

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Epifanía de mi calle

Este ciclo, su percusiòn de buho
o las veces que imita un sonido
y antes, asumiendo
ésta hipátesis desde una dimensiòn
llamada palabra.


Este ciclo, presentàndonos en un hemisferio.
Por antonomasia sagrado.
Por ontologìa discreto
y hay tanto escrùpulo al escupir a la vida
que una calle no encontrò mejor forma
de traicionarla
que acabando con su soplo en una esquina.

Pero ante la acera de enfrente
llevo un parietal
debajo de mis epitelios
y màs abajo una idea no es pensamiento,
ni la abstracciòn el hecho
de ser religioso como una ironìa
despidiendo ciencias antes
que muera mi paso en esta acera.

Esa que en este instante se està convirtiendo
en esquina.

Esa que tengo que cruzar para seguir
viviendo.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

Simboepísteme de la Divinidad

Dios camina ebrio.

Lo sè por lenguajes en noches de alcoholes
mientras al mar le da por decir de cùpulas tanto
como escenarios.

Dios era dios, eso dirìa la tradiciòn de alguien
que jamàs miro dentro de nosotros
ni dentro de si.

Pero hoy es cristiano.

Pero mas hombre que dios es mi instinto
la razòn de aquella irracionalidad bordada al borde,
al filo, donde la araña teje su entraña
y el infinito cree en su espìritu.

Pero algo en mì acaba todo
lo que ayer era verdad hoy ni siquiera es mentira
lo que es un pensamiento
puede ser sòlo la trampa màs lucida de la locura.

Para poder moverme,
no necesito la maldiciòn de estar vivo.

Necesito caminar,
de vez en cuando mirar una episteme
y ascender como lo harìa la intuiciòn
debajo de ella misma.

No conozco el universo
he visto partes de èl, eso es todo.

A mì aquello llamada eternidad
es un peso que concibo de lejos.

Prefiero la distancia para ver las cosas
incluso para verme a mì mismo.

Ese quizà sea mi momento llamada amor.

Una pasiòn que se humedece en el calor,
una violencia sin simbolos.

De un mito se puede hablar tanto
como de simboepistemes
o clarooscuros
borrosas actuaciones de una brùjula
y cierta decadencia
esa mi poesìa,
esa modernidad que intenta tejer
sobre mì piel
espuelas transparentes.

Pero yo les digo -antes que ellas-
en mi pecho yo las he clavado todas con mi carne.




Guillermo Paredes mattos

Determinismo en Azul

Detrás


Porqué hoy sólo queda una esquina
y en ella este ser sigue máquinas
de soberbia.

Tanto pájaro a mi alrededor me recuerda
que mi tarea de asesino no acaba,
ellos tuvieron mi corazón una noche
para victimarme,
pero me abandonaron a esta silueta
desasida o sigiloza dada mi circunferencia
escarbada por un elixir
o un tropo.

Pero la sal enfrenta memorias
y en cada sepulcro la experiencia describe
o mutila
y caminan los halos
como una generación que examina el mundo
en el acento del músculo
llamado oido.

Y la nieve es la única que detiene
el invierno
y una conjunción une sentidos de agua
llevados por mi semántica...
ah mi semántica,
si pudiera recoger el símbolo que rueda en
su aurora,
finalmente convertido en azul determinismo
me perdería en mis ojos.

Pero artista de trapecios
despierto como el último habitante del sonido
presto a desertar como una pupila
arrojada a la llamarada
del viento o la corriente
dictada por el celo.

Y sobre cada espejismo
doy a mi existencia un jardín del vidrio
para recordar si puedo mirarme lejos
de mi rostro
y desde ese entonces morder
el oceano que decapita
el silencio sin horizontes ni equilibrios.


Guillermo Paredes Mattos

martes, 13 de diciembre de 2011

El Soplo del Procolabismo

La poesìa es la voluntad de la imaginaciòn.







Desata procolabismos.

Recuerda que un dìa la imaginaciòn
abàndonarà tus ojos.

Que entre tu corazòn y los arrobos
queda sòlo la realidad
para destruirte.

Y hoy que hablamos de realidad...

Hoy que se acerca y dice que mi corazòn
es otra amenaza para ella.

Yo escribo en el sol que los idolos
son martires con el alma de un villano.

Que fuì impresionado por mi tacto
debajo del cadaver...

En el juego de la ilusiòn cantando al
lado del granizo.

Del comportamiento en la punta de la aguja
cuando el reflejo màs agreste
ignora ancestrales camposantes en ella.

Contemplalo.

Desataste el juego de la admiraciòn
pensando que una luz tendrìa
lo estelar.

Esa esteralidad concebida junto
a una empalizada.

Escribe en esa voluntad porque no
vivirà demasiado.

En conjunto...es sòlo un culto que llega de
los cìrculos.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

sábado, 10 de diciembre de 2011

La Acrobacia del dìa

Era el dìa. Lo humedecì hasta que se comportara
igual al desmàn, a la lengua frìa de una reencarnaciòn.

Vibrò, tensò sus ojeras entre remordimientos
y descubierto por los pàramos camino hasta la hipnosis
como un amuleto de boyas caladas por la ciencia.

Eran como seres. Alguno de ellos intentaba ordenar
la existencia de los gritos. Uno que otro saltò la valla
que conduce al hombre como una deducciòn
y una deducciòn es falta de contrabando
en la palabra màs postrera que
llevamos hacia el fuego.

Asi que otro mundo la lleva al misterio

Pero quiero adornar la acrobacia de
ese misterio entre constelaciones.

Debo asumir que esa acrobacia es
la antigua canciòn del atleta entre
sobrios campanarios.

Donde los sauces de una primavera mortal
recitan que estàbamos hechos para la vida.

Pero sòlo llegamos al sìmbolo.

Sòlo llegamos a las manifestaciones.

martes, 6 de diciembre de 2011

Alabastro

La inteligencia como un beso del desprecio.
La ira de mi belleza llamada poesìa.
Expresada de acuerdo a latitud e inmensidad.
Expresada y ya que el rocìo juega entre la humedad
con el recuerdo, trazo mi ajedrez de agua
en la mìa, con el derecho a reclamar
un evangelio, una noche de nieve
una coraza que siga diciendo de la sabidurìa
como un virulento aborto entre dios y
mis zapatos.

La conmociòn. Quisiera como ayer despertar
convencerte de que la nada es tambièn otro insomnio
un fruto de papel devorado por una mosca
un parpado contaminado por odios azules.
Dimè tù que has visto nada, yo soy el ùnico habitante
de las azoteas, reino sobre cosas perdidas e inutiles,
viajo entre trastos y como desesperado cometa
inundo de mastiles mis ojos cerrados.

Perdòn, quise decir uno de ellos.

El otro està eternamente abierto.



Guillermo Isaac Paredes Mattos.

Importancia Cultural

Dentro de un contenido se mece lo ideal.

Zarpan grises cabellos hacia èl, son frondas
de poleas. Internase el miedo sobre velàmenes
que soñaron desde griales un pubis.

Se lamenta el conjuro de haber quitàdole
a la magia el sueño.

Ella debiò estar siempre dormida.

Como ciertos pensamientos que jamàs
debieron ver la realidad.

Igual que algunas ideas.

Que algunos hombres.




Guillermo Paredes Mattos

viernes, 2 de diciembre de 2011

El Azul de la Nada

Si la ilusiòn encaminara sentencias.
Si los vaticinios desprendieran la sed.
Y en cada tornasol la transparencia dejara
lo hialino hasta ser despertada...Como aquello
que oscurece...

Entre las manchas de vidrio pudriendose
en las cicatrices.

O el marco exacto para que la perfecciòn
perdiera su soplo.

Y todo lo que el universo deforma lograra
perpetuarse como una marisma.

Un muñeco de pus, entorna lo mismo
que una pisada, efebos contiguos donde
la frente de un hombre es desertora
de diluvios con fuerzas azules.

Aquellas que no pertenecen al mar
ni al cielo finalmente.

Azules nada màs.

Como esta granizada de esquirlas
inundando mi cara.



Guillermo paredes mattos

jueves, 1 de diciembre de 2011

El Archipiélago de los Husares

Sí. Desempeñamos aires de papeles.
Sumamos ventiscas y alevines primordiales.
Desesperadamente fuímos iluminados.
Nadie llegó a nuestro cántaro
con la posibilidad de mostrarnos como fuere
un arte y ese lego cayó semiótico.

A veces pienso en manantiales que
piensen como sobrevivientes. En
una herencia abandonada por los archielagos
en frondosos días donde las horas
son prodigas en titanes, en vidrios
de amoniáco y cartas catalogádas
como mi espíritu en esta tarde de sol
cuando el mundo muere mas pacientemente.

Igual a los husares un amanecer
en que una idea del sueño los reclama.




Guillermo Paredes Mattos