martes, 29 de noviembre de 2011

Los dioses y el infierno

El misterioso lugar de las fosas.

El universo dorado y forastero del lirio.

El aprendizaje de una libelula
arrastràda por el mar, devorada por el tiempo,
llena de mitos como una palabra
o una pronunciaciòn.

Ese cuadro, inexpugnable y artico
ejemplificado por artificios
y sofisticadas botellas de hambre,
cenizas de amargor dentro de la fiebre
o un dios sonàmbulo.

Un dios que vendiò
su alma al abismo.

Sin saber que allì la aguardarìa
el infierno.



Guillermo isaac Paredes Mattos

viernes, 25 de noviembre de 2011

El Bergatìn Lunàtico

Alòjate en la sed, junto al desastre
uniendo un cielo vertical de poesìa
cuando la noche deja sobre resinas juramentos.

Pesebre de ciencias oscureciendo una brida
aquella de relatos y sobrevivientes de auras,
alòjate en otra sed que sea tuya
y se separe en ella como el sueño
de tu espìritu cada noche.

Destino del que camina al arrobamiento
recogemos promesas de carne en una llama
llamamos a la orilla protesta educada
de algun diàlogo, con sombras y poetizares
de ensimismamientos.

Entre ellos buscamos ciencia del desperdicio
del antro borrando sus colores
de esa idea que cala las tormentas
con un nombre en la piel hecho de sìlabas.

Tropo del desgaste, menciòn fugaz
del sino en las estrellas, alòjate hoy que
el tiempo instaura lo sagrado, que la ley
educa al barro en celos de una herida
en peritajes de testaferros. Sombrea, empuja,
no dejes que el màs purismo sea sìmbolo,
no dejes que la realidad sea su casa.


Como yo, no llevas en tu espìritu
un solo bergatìn lunàtico.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

jueves, 24 de noviembre de 2011

Los hemisferios de hojalata

La verdad no es este dìa sin juramentos.
La promesa larga de la familiaridad cuando
desconoce sus trampas y la infamia del sentimiento
provoca a un mensajero, al centinela del lègado.

Precursores de àmbitos y fusibles
Los aerodròmos donde durmieron las hojas
El emperdible incendiado por el viento
cuando los hemisferios llevaban sòlo llamas.

Y en esas flamas de resina, conocimos
el territorio del secreto, la religaciòn
a partir del velo con los fuselajes
y arropamos los vuelos de traversas
los sacerdotes de ejemplos sacudiendo
nuestros ojos, la cara dosificando
un panal y otro a la vez
tempranamente, muy tempranamente
en el instante
que las lanzas invaden el musgo
en el instante
en que un detalle es incierto
como la simpleza o
una melodìa llegando de la polvora.


No es este dìa, el escrito desconocido.
El poema que dictamos o alejamos
a los manuscritos, la suave hipocrecia
de los pergaminos, el aulo alturado
un poco tembloroso, segùn el diàlogo
con la posibilidades y las entrañas.

Ni los hibridos, ni las expediciones.

Y entonces quedamos convencidos
dejando atràs una creencia.

Porque èsta es sucia como el amor
o una ventana.




Guillermo Paredes Mattos

Pinàculo de la Nada

Cuando te encuentres contigo...Menciona
lo siguiente...

Fuiste llevado al sol por tus costumbres.

Te crearon las escolleras y a falta
de vibrar, recogiste los pulsos
del codo
del miramiento y los plasmas.

Recibistes idiomas donde el abecedario
podìa concebir la neurosis como una primavera
de lisiados...De esas que reconocen
lo que no va alcanzarse.

Escribe trambièn que la reflexiòn se empina.

Que posee temperaturas de muy pocos.

De libros que abren gustos por la tierra
cuando empezamos a borrar silogismos
naufragos de polen
acertando en la distancia
en su apuesta con los maleficios...

Cuando se apuesta nada.



Guillermo Isaac paredes Mattos

Lenguaje Nictàlope

Dejar atràs la mejilla, el tranco.

El estallido del universo en
un resultado.

El rito entre los labios escalando
el misterio, cuando Andròmaca
subìa en nombre de eleusis
a un atomo.

Y proseguìamos. La nada
irrumpìa con tronos de sollozo
en las guitarras y sendos murmullos
de escafandras apostadas frente
a los arrecifes decìan
que los muelles
no son infinitos.

Porque la vida es primogenita
del caos

el canto pristino de los pentateucos.

girando hacia la evoluciòn,
desplazando un arpa...



Atràs, allì donde el inicio
compara sus dìas con la perversidad
y la armonìa posa en la nieve
sus relojes oscuros.

Esos relojes que nunca devastaràn
sus iris para confundirlos
con los nuestros.

Pues la confusiòn no es cita del hombre
ni el amor,
es màgico caos del hombre
y los nictàlopes.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

sábado, 19 de noviembre de 2011

Superficies del Idioma

La lògica mantiene espiritualmente sus
vilos.

Como una noche de libèlulas presiente y
cubre tèmpanos.

Y nosotros dormimos.

Al lado los biotipos del mar abren
las cùpulas donde el sol era de vidrio.

Donde concluiamos que era vano
y enfebrecido anhelar el pesebre màs angustioso
en el idioma.

Entre los dioses el idioma
vuelve a la màs extraña trama otra vez.



Guilelrmo Paredes Mattos

viernes, 18 de noviembre de 2011

Un Sìmbolo de la Divinidad

El hecho envuelve en dìa.

Las alturas respiran en èl
despertando lentamente, como si
fueran a precipitarse.

Pero detràs del hechon una circunstancia
exhorta sus sentencias, en una de ellas
el poema se convierte en repertorio de rabinos.

Buscabas sabidurìa. Hoy sòlo queda la experiencia.

El oleaje de esta primavera.

Su significado bajo esa interpretaciòn
donde el lenguaje vuelve a la divinidad.

Y nosotros que hemos luchado en su significado.

No hemos comprendido de èl todo.




Guillermo Isaac paredes mattos

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El Poema de la Poesía

Quisiera un lenguaje menos dimensional...

Un purpura como la fruición, un asteroide
donde las entrañas son recorridos
de bovedas y ballenas...Buscaría un arte
donde ésta tierra que piso fuera
tan visible y carnal como la luna.

Y que en vez de astros en mis sienes
pudiera acariciar ese cuestionario
que se revela más de una vez cuando
duermo.

Y todas mis preguntas aparecen
transformadas en sueños.


Me tomaría del cuello - si fuera posible-
y asi intentar recoger una rosa...

Una rosa de propulsiones abecedarias...

De pelos automáticos

De sonidos e imprentas.



Anhelo...que la vida fuera menos proposicional
y lo nocturno me tomara con una red
en ésta primavera donde precisan las boyas,
que los barcos no son alfanges
que los velámenes gimen austeros

Y todo lo que he recorrido en la claridad
es sólo un universo completo
cuando es buscado de unidad en unidad
en cualquier instante por la vida.

Igual como buscamos al hombre.






Guillermo Isaac Paredes MattOS

lunes, 7 de noviembre de 2011

El Mar de los Ojos

La palabra es un valle de capìtulos.

Una felicidad en la media.

La ciudad de urbe donde una hoja
es mustia entre convalescencias.

Y nacen los prados...

Y recorre el aliento...aquello que
jamàs debiò trazar entre veredas, donde
la realidad busca traversas,
idolatrìas de aire si se quiere,
arcas cuyo presente lleva el signo
del aceite cuadrado por la luna.

Asi vemos aliados de cera
navegantes de cartilagos y
argentos dorados, nombres de
carnales neologismos como los plurales,
sus desplazamientos en sentido opuesto
a sus significados.

Como un elemento que es arrojado por
la creaciòn sin saber si el mar o la orilla
es el tìtulo que darà al silo de su vida.

Al abrevadero casi mortal,
casi constelaciòn.

Donde beben mis ojos.



Guillermo isaac paredes mattos

viernes, 4 de noviembre de 2011

La Trascendencia del Beso

El Beso de la Trascendencia


Hay muchas ventanas, como el beso de un cometa en la rendición
de un verano amarillo.

Hay muchos colores como el humedo retador de silencios desquiciado
entre tretas y epitafios.

La sensación de que un vidrio nos conoce desde el anuncio de todas
sus inocencias.

Y pervierte en la música un sino de ruecas, de circulos que no dan tregua
al que corta distancias.

Porque el corazón sigue siendo una espada, una soledad de divisiones
en el polen de mi guerra.

Pero si esto fuera exacto, aún la exactitud sería una desgracia de trenes
desprendiéndose de una llama.

Y es que la existencia es un vehículo de atómicos veleros denunciando
mares que quieren esconderse.

El torrente de un hilo en un otoño de reflexiones, la marca de un hombre
en la frente.

Pero son los botines de hierro y los hilos que los unen son de acero, con
ellos se abren los caminos.

Religiones de un feudo con ludico caminar, rehen de luminosos celos
dentro de la lluvia.

Todo lo que ha sido mentado se arrastra entre melodías de naufragos,
me pregunto dónde está mi propio mar para ahogarme.

En qué amanecer encontraré su orilla y la espuma como una doncella
de veneno esperándome.

Yo no quiero sepulcros donde una moneda haya cambiado el soplo de un suicidio
por el tiempo de los pájaros.

No busco que el viento haya comentado en estas cenizas de donde es que
llega la llama.

Sólo escucho y a veces contemplo furioso entre equilibrios, desesperaciones
y calmas.

Lucido como un promontorio, golpeo en todos los motines, recorro en
todos los caballos.

No te prepares para una aguja, mi corazón no lo está, vé y vibra, vé y cae
como lo hace un ala.

Pero si esa ala no sabe dormir ni despertar, entonces asciende al cielo
y amala.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

El Vuelo del Punto

Este es el lugar. Aquì se detienen los pasos.

Màs allà una pared de plata
nos recuerda los origenes.

Màs allà los cèfiros son ràfagas donde
un mundo creìa ser tiempo.


Aquì todos los pàjaros detuvieron
el vuelo e hicieramos lo que hicieramos
terminamos contemplando ese hincar el cielo
con un punto desde sus alas.

Porque muy tarde aprendì que cada planear
es una linea.

Y el vuelo en conjunto sòlo
un punto.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

El Bosque de la Cresta

La hoja eleva el mar que ahora sientes.

Bajo ella un sol antiguo es ancestral y manùscrito.

Tù recuerdas el tiempo por el cual
el espacio ha vivido.

Pero no logras demostrarlo.

Especùlas bajo la tierra.

Especùlas con una carta de sueño en la carne
y otra de mesiànico extravismo.


Porquè el extravismo preguntaràs...

La razòn es la siguiente...borra lo inasible.

Ademàs de ello he tendido puentes
para que los manantiales
sean devorados por su propia mirada.

Puentes personales.

Individuales como una psicologìa
en la espuma.

Buscàndo una sola cresta.



Guillermo Isaac paredes mattos