domingo, 22 de febrero de 2015
Pronto Amanecerà
Pronto amanecerà.
Hipotèticamente la luz del dìa no espero
hasta la llegada de la noche para desaparecer.
En teorìa y practica se hizo amanecer.
Ello no fue inevitable. Sòlo sucediò.
En teorìa y digestiòn fue un sinsabor donde
me aliniè como un espectro a mi sombra.
Mi sombra lleva en sus manos
un funicular y en alguno de los muelles
de su saliva, una cìtara.
Digestiòn y saliva; porlo tanto digestivo
y telescopico.
Una mueca opaca de tapìz.
Un aposento sin anagramas.
El juicio de un acrostico al soñar
nueces de agua exactamente en los advientos.
El màstil con funerales y faenas de radios
alcanzando la tarde al inmolandose en aquelarres
y vortices que la poètica abandona en una
piastra de madera.
Amanecì y no soy continuo.
Ni devenir ni rada.
Ni referente a astro alguno que cruza la
noche, pues este amanecer està nublado.
Y cierta inocencia como la inspiraciòn
se esconde detràs de ello.
Sin dejarse tocar.
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