lunes, 16 de febrero de 2015
Primera Superficie del Nombre
Tu nombre està en el patio.
Ha descendido del sol con otros cataclismos.
Si hablara del agua, yo deberìa escribir diluvios.
Pero no es asi. Y en ese nombre llegado del agua
o del sol, desearìa elegir otras cosas de las cuales
podrìa llegar tu nombre, cosas semejantes
a una gnosis
-tal vez-
algo màs
profundo que diluvio o cataclismo.
Hubiera sido tan simple elegir un sinònimo.
Pero esa hipotètica busqueda me llevò
a una palabra que es semejante
una palabra que vive en el caracter del
sinònimo, pero que no pudo
ser hallada ni escrita.
Tu nombre està en el patio.
No pudo evolucionar.
No encontrò un sentido de la metamorfosis
del lenguaje.
Por momentos alcanzò otra dimensiòn
y esa sensibilidad que corta el universo lo
hizo transgredir y oscilar
formar leyendas por
retazos.
Legendarios manuscritos enseñàndonos
su naturaleza de artefacto: De la cual
està tambièn hecho tu nombre.
Pero tu nombre es un poema.
Llegò vestido de amarillo por la arena.
Dominò en apariencia la espuma de las radas.
Diseminò en ellas los pigmentos insomnes
de una anatomìa
arrastrada por la nieve de una
serpiente en la resaca, en el instante
donde los pliegues de una
idolatrìa son
bolidos.
Y los del nombre, una
resaca.
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