martes, 26 de julio de 2022

Aquello que Puede Elegir

 Aquello que Puede 


Hace minutos hubo un estallido.

No muy lejano.

Una ráfaga. 

Un instante donde pensó en si misma

la continuidad.

Un árbol creciendo hacia abajo en el pecho 

de la tierra.


Bueno, con detalles de sepia empieza esta noche.

Más allá del tuyo o mi pesar.

El tuyo - debo ser enfático - lo ignoro.

El mío hasta cierto punto diré que es mío.

Y no es un asunto semántico.

Tampoco antediluviano.

Por supuesto lo habitan entelequias.


Pero, recuerdo navíos sobre el pavimento.

Tengo esa evocación donde una imagen

alude al movimiento con esas trampas que

solo puede ofrecer la realidad.

Se de formas en que los naipes vuelven 

al pasado con esa objetividad que no tuve.

Se parecen a la poesía, mostrando el mismo de 

mil maneras.

La realidad sólo puede elegir una.

Para los naipes y la poesía 

mi entera gratitud.

No tengo nada más.

Un detalle más, la poesía es lo único que 

elige a cada momento.


Un extraño paso me conmueve.

Es uno para el que esa poesía fue la única manera 

de cultivar arroz o polen.

Por supuesto fue ello iniciático.

Con el tiempo aprendería a alimentarme

de langostas.

Así me llene de vericuetos.

Me hice citadino.


En mis sienes ví la escalada que supuso en los bosques la identidad del peciolo.

El círculo de vidrio donde el nihilismo acantono 

sus palabras con el anhelo de otra era.

La orilla del mar escoltada por la tragedia.

Tenías que verla y vivirla si esperabas el destino.


O algo semejante 

si es que existe está suspendido en las sortijas.

Guiado por flancos donde expone 

el alba un vórtice.

Esta en los cabellos.

Con esa intensidad de un latido.

O la grieta en la cual el sol se pregunta en la oscuridad...


Si es en la luz o la penumbra donde finalmente 

se encuentra el verdadero brillo.

martes, 19 de julio de 2022

El Único Momento

 El Unico Momento


A cierta hora del día cuando los objetos

regresan del mismo. A esa misma hora cuando otros

objetos no vuelven a la noche.


En el instante donde un pàjaro abre sus alas entre 

las cenizas.

En un menguante que arroja palabras en el hollìn.


Cuando tomo la idea de la geografìa perteneciente a

un nudo.

Y aquella de la astrofisica desprendese de los

cabellos de un tren casi igual a una melodìa.

En las constelaciones de esa melodía.


En los cuerpos del crepùsculo apilados en una

escolta o los fragmentos de una playa dormida en

una gota.


A determinada hora en que los objetos regresan

sin saber exactamente como.


Dentro de un segundo que pertenece a una cronologìa

o una secuencia de iridio.

En el interior de un oceano de carbòn que alguna 

vez naufragò en una inmensa rama.

En el drama de una manifestaciòn que toca nuestro pelo

ahora que ignoramos.


Porque es el ùnico momento en que sucede.

Gpm.

Melodía del Azufre

 Aquello que Oscila en los Ojos


La ola dobla su rodilla en la arena.

De ella se desprende una

línea.

- por ahora crea el horizonte -

Una telaraña tejida por una abeja

oscila en sus ojos.

Hay en esa trama un silencio que ignoro.

Es lo que permite esta mañana 

decir de qué forma besa un antílope 

el agua.

O la punta de una aguja colmada 

de becerros.

Es aquello que pone condiciones 

a todo latido.

A cada identidad sobre el granizo 

o un relieve.

A todo eufemismo denominado hombre.

Así empieza a convertirse en

sueño la realidad.


Laminas de aire organizan sobre 

tu cuerpo aniversarios.

- tienen apariencias de suburbios -

Y en aquel lado donde yace la luna

vuelves a creer en los espejos.

Observas. 

Te reencarnas.

Oyes en el viento cosas profundas.

La palabra miedo.

La palabra amor.

Una gnosis cala en un casco de 

albúmina.

Justo en ese instante devoras un animal

formado por la lluvia.

Por la palabra inteligencia.

Por la imaginación.


Por esa inspiración que no forma parte de las cosas.


A la cual le diste una naturaleza.


Más de un atributo.


Y los mismos desde un extraño reino

nos engañan.Aquello que Oscila en los Ojos


La ola dobla su rodilla en la arena.

De ella se desprende una

línea.

- por ahora crea el horizonte -

Una telaraña tejida por una abeja

oscila en sus ojos.

Hay en esa trama un silencio que ignoro.

Es lo que permite esta mañana 

decir de qué forma besa un antílope 

el agua.

O la punta de una aguja colmada 

de becerros.

Es aquello que pone condiciones 

a todo latido.

A cada identidad sobre el granizo 

o un relieve.

A todo eufemismo denominado hombre.

Así empieza a convertirse en

sueño la realidad.


Laminas de aire organizan sobre 

tu cuerpo aniversarios.

- tienen apariencias de suburbios -

Y en aquel lado donde yace la luna

vuelves a creer en los espejos.

Observas. 

Te reencarnas.

Oyes en el viento cosas profundas.

La palabra miedo.

La palabra amor.

Una gnosis cala en un casco de 

albúmina.

Justo en ese instante devoras un animal

formado por la lluvia.

Por la palabra inteligencia.

Por la imaginación.


Por esa inspiración que no forma parte de las cosas.


A la cual le diste una naturaleza.


Más de un atributo.


Y los mismos desde un extraño reino

nos engañan.

Instrumento de Viento

 Instrumento de Viento


        

Con una llamarada que despierta desde un rostro, elevando su fuego hasta convertirse en polen.

En las grietas.

Entre reductos que duermen sobre la niebla y sólo los cuchillos transforman 

en eslabón o aura.

En la sombra de plástico dividida por el aceite, arrastrada por el musgo

de las veredas.

En eso que diariamente dilata el pubis

de un pájaro.

En los médanos.

Mientras la intensidad es un vidrio 

con graniticas hegemonías buscando sus

raíces en nuestras venas.


Cuando los dioses son de papel 

aunque no dure.

Y los pergaminos enlazan su aliento 

a una calle de tu pasado

donde aún juegan las corolas.

Nunca vimos el granizo.

Tan solo lo anhelamos.

Nunca tuvimos el horizonte en nuestros

huesos para que pudiera ser 

este momento 

apilado 

sobre otro 

sólo que hay un acento más en él.

Muy chiquitito, ebrio de hormigas que 

destruyen tu casa.

- ladinos albañiles en principio eran -

Iban a crear otros inviernos en los cristales de las ventanas.

Tendrían la primera teoría acerca de 

los osos.

Místicos psicópatas que devoran 

los árboles somos.

Disfrazados de sacerdotes y poetas 

surcamos los colores.


Las tramas del sueño: palpitos que dan forma a una alambrada 

cuando una libélula aterriza 

entre las espinas.


Sólo que, 

en realidad,  allí agoniza una

flor de hierro.

jueves, 14 de julio de 2022

Performance

 Performance


He allí una ciudad.

En otra las calles se baten entre tus cabellos.

Del viento cae una ciega golondrina.

Del poema una palabra muerta.


Allí como un ser sagrado y deforme

aquel monstruo agita su cuerpo.

Uno que duerme en las espinas.

Que jamás aprendió a lanzar a la belleza sus heridas.

Y en la orilla del mar conjuró ese dolor.

Nuestra ciudad empieza y acaba 

en el océano.


Baluartes de iris y calaminas que 

recogen de noche el occidente de un párpado, tribunas de misterio 

en un indicio 

crepuscular, donde el tráfico 

es de arañas.

Performance de cachorros

buscando relámpagos de vidrio en la arena.


En el lugar donde la humedad de la sangre se seca.


Y pareciera que en ese instante podemos oír en nuestras venas.


Igual que alguna vez a los profetas.

lunes, 11 de julio de 2022

Todas las Ciudades

 




En todas las ciudades.

En los elementos que la forman de manera continua.

Insistente.

Durante el peciolo inundado de estrellas.

Y la noche que eligió tu corazón de las sombras.

Junto a un fantástico nombre de santuarios batiéndose entre las ruinas.

Porque de una u otra manera crecen las cigarras.

Y toda luciérnaga que busca un talón.

Sólo uno.

Para ser alimentada por una flecha.



 

El Extraño Reino

 El Extraño Reino


La oscuridad regresa a tus párpados.

Igual que los círculos.

Es todo el color incursionando en la geometría 

que conoces.

Que tocas.

Que puedes palpar cuando todo se ha ido.

Incluso descubres que el amor dejo de ser aquella intensidad con la que te alimentaste algún día de volcanes.

Nuestro metabolismo era entonces de cráteres 

y fuego.

Supongo que ahora duerme igual que un hábito.

En un extraño reino.


De las ramas de los árboles se desprenden rojas  cabelleras como las que devora el humo.

Lo divino se apresura en escapar de una iglesia.

- fue siempre un rehén -

De las bóvedas raptos azules 

huyen entre manadas de carbones y en los filos 

de la sangre la sucesión de los diamantes 

es el significado de una espora.

Anhelas la serenidad de la lluvia ?

Eso es como vivir en el latido de un cometa.

En un tejido de polen. 


Los magos se apresuran con sus hiperboles.

La experiencia intenta desatar uno de sus nudos.

Con un planteamiento de sogas donde vibraba 

la ternura desciendo por los oídos 

de una casa.

Por sus tímpanos.

Por esas escenas donde como un brillo y una ilusión 

eliges el encantamiento 

para recordar el crepúsculo que guarda toda alquimia .


Allí duermes.

- no conozco de ti nada más -

Y nadie te despertara de ese sueño.

viernes, 8 de julio de 2022

Descubrimiento

 Descubrimiento


Dado este país macizo y crepúscular en los ojos.


Dada esa intermitencia con la que asciendo a tus pupilas


con una serpiente emplumada en mi sangre.


Según esa teoría en las venas desde la cual este recipiente


recibe en el instante una palabra.


-Una palabra que en el momento 


de ser nombrada pierde su significado-


En esta ciudad boreal en la cual tú y yo presentíamos


y en sus orillas la ilusión de un oráculo


reiteraba la esencia de un día luminoso en la carne.


Con apariencia de verbo.


Con apariencia de relieve o vellocino.


Con semejanza de trigo o carbón que inunda la hierba


de espejismos. Tanto o más como lo hace una 


poética. En el sigilo o la renuncia a una andanada.


A una capital sin tropos ni hipérboles


que hoy en los collares despiertan la memoria de


un pubis. Entre la ira y la sal desfiguradas 


por reencarnaciones que descuelganse de los


pájaros con un carbón amarillo


en su cuerpo.


Con un trazo que alude a polinomios


o la vertical de mi sed cuando oprime en la pregunta


una respuesta.


Dado este recipiente que en vilo es un trance.


Un exorcismo que proviene de una estela.


Según la continuidad y el deseo en un broche que


circunvala muelles de algas y a partir de otra trama


la hojarasca es un desvelo.


Una cita con el sol.


Una maldición de ámbar o el itinerario


con que una cúpula borda en nuestros tejidos


un canto.


Desde una replica o una lamina


que colisiona en la intuición con un lápiz de papel


o el roce de una citara.


De toda superficie.


En las cuales descubro que las cosas que dejaste 


tienen alas.


En el momento de intentar tocarlas.


Se elevan hacia el cielo.

lunes, 4 de julio de 2022

El agua de Papel

 El agua que bebes de Papel


La noche regresa de los animales entre contenidos perfectos.

Plateados eufemismos la recorren llenos

de incógnitos silencios.

Son las palabras que no llegarán

a crearse.

De eter lo distante.

También lo solitario.

La crónica de toda aguja.


El agua es de papel

y el latido que cruza tus ojos no es

un mineral.

En la intensidad viven los glaciares

con que llegaste a las cosas.

Vivirás errante allí.

Esa intensidad que no es sino

el canto de un nudo que no puedes abrazar.

El hierro vulnerable de un pétalo que cruzó tu calle una primavera.

Sólo los cuervos quedan de ella.


Nada más que esas estrellas dedicadas a ir tras los cometas por la noche.

Y esos cometas son hogueras en realidad.

Fogatas que enciendes en un lugar apartado del bosque.

Es el único fuego al cual llegarán 

los prodigios.


Sólo tú lo sabes.


Igual que entonces hoy sigue siendoel principio del milagro.

viernes, 1 de julio de 2022

Círculos de Sal

 Círculos de Sal


Quizá lleves un círculo de sal en tu cuerpo.

Y posiblemente tocas de noche la garua en las patas de un araña, siempre disecada. 

Nunca te dirá cómo alcanzó ese estado.

Jamás como llegó a lo sólido.


Estrellas de ámbar en una hoja

y el mar en sus orillas 

porque su naturaleza de extraño ser

desembarca.

Se petrifica.

Incursiona hasta que tus brazos cortan amarillos una manzana.

O este cielo empedrado tan de día 

viernes entre nosotros.

Tan de quirófano.

Tan de yugular.


Estelas de cogotes

que muestran su talón al tiempo.

La tribuna de ese desamparo que tiene

a bien sostenerte en una bahía.

Igual que un péndulo.

O una brújula que llega del desierto con

una moneda de vidrio arrancada 

a una manada.


Y al parecer es su momento de intemperie.


- toda su poética metafísica -


Su instante de azúcar.


O ácido divino que cae sobre ella.