jueves, 10 de junio de 2010

Las Dimensiones Prìstinas

Las Dìmensiones Prìstinas



Quiero una ventana sin mucha història
que no posea lenguaje, que no tenga hechos
para poder llegar a su exhalo.

Mirar en ella la sangre de un inocente
perdièndose en la arena, con otro vigor
con otro descenlace.

Deseo un soplo, la lengua errante del guardìan
la letra del sol.Nunca oì una sola. Destino de mi casa
es despertar en ellas igual como despierta el
espìritu en un cuerpo
arrancado del infinito a la creaciòn
y sus dimensiones prìstinas.

Anhelo un habla que sin ser idiomàtica
pertenezca, que pertreche con indiferencia
el reflexivo silencio de la soledad
en el oido.

Me bastarìa un pezòn del estuario en mis manos
el que como apendice
me mostrarà lo original
de una visiòn
con su labrada reminiscencia
de temperamento.

Busco una criatura en el musgo
aquietada por la perversidad
y sus cosacos resplandores de violencia.

Me inclinarìa con otra expresiòn a
la nausea y dirìa que idealizar
es el exacto nihilismo
de un niño
cuando ya nombre no deja de ahogarse
desde la mirada de su infancia.

Y aquì en mi alma
el ser es ahogado por el verbo
o los atroces juguetes de un màgico verdugo.

El latrocinio de esa ùnica sed
se llama poesìa.


Guillermo Isaac Paredes Mattos.

Ejercicios Svasticos

Ejercicios Svasticos


Ahora que la presencia esta muy cerca de la espuma
y en la hondonada del mar tiemblan ocasos
como fieras reliquias de amor y ensueño.

Donde la savia de cualquier lugar enamora
el sacrificio de auras que llegan del rezo
como lanza de aire cruzando lo nocturno.

En el lugar que rueda en la bruma como itinerario
desnudando confines que llevan iris y la mirras
la tierra fatal de un torbellino en el àtomo.

El despecho de un amor enfrentado con la luna
el eco turbador de cualquier nebulosa
rozando habitaciones de brillos infames.

Cuando una hoja cae en el péndulo que ufana
vanidades de limbos encerrando bolidos
lazos de efluvios que brotan de la nada.

Ahora que enciendense imaginarias voces
palpitares de senderos desnudando alamos
y sondea en los trazos de un demonio invisible.

Azulando formas que emergen como breas
en cantaros de odio representados por la piastra
en calles de coral inventadas por un halo.

Donde no se resiste ni dice el agua mentiras
cuando rueda su espada originando un muelle
estridencias de purezas ausentes como el frío.

En cada punto del iris sometido a este brazo
a esa lenguas que difumina icaros de cera
cayendo en la sangre como extraños cuerpos.

Ahora siento que puedo regresar hasta mis cejas
que nada para esta sed de brujulas esta prohibido.

Recien ahora lupas de entrañas reclaman al sol mi sangre.



Guillermo Isaac Paredes Mattos.

La Divisiòn Azul

La División Azul

En cada herida hay el recuerdo de una batalla
como en las tinieblas la evocación de una luz,
en los ojos la memoria de antiguas manada.

Yo suelo en mis bosques recoger sólo vòrtices
que aprendieron a llevar en sus cielos
la estela de su svastica quebrada por la orilla.

Y resucito en la lumbre de algas y esporas
en la celula que bebe su interior de oxigeno
sobre indescifrables rastros de eras amarillas.

De colores y de formas entre lo más profundo
porque no sólo en la superficie ofrece el brillo
su fruto de anilina pastando junto al aire.

Y presiento en equilibrios de ráfagas y cetros
junto a maquinaciones de hordas y auroras
en pesebres de angeles y luceros.

No importa el destino si no tiene la silueta
del idolo que extiende su corazón de llama
sobre cada horror del universo.

Y me detengo en posibles llamaradas de verso
aunque sepa la luna que soy un misterio
de estrellas y bardos rastreando su peso.

Todo es sòlo un rapto de niveos palpitares,
caldea un azur que es la representación
de una apariencia huyendo de los labios.

Ofreciendo la boca a los astros, irradiando
presas de venganza en la mentira. Quieto
meridiano que ha posado sólo pétalos.

He bebido ya la savia de tus venas
he arrancado tus paises de la aurora
ví en amaneceres tu desesperación de bruma.

Porque amor gira en los dedos igual que el espanto
y laberintos de seda son juicios de arduos
crespitares de caballos que inundan el barro.


La incente respuesta del planetario a la forma
el foraneo hemisferio de una divisiòn
ofreciendole la muerte a su azul.


Guillermo Isaac Paredes Mattos.

Desde el Cristal

Desde el Cristal


Un día rojo es sólo en la existencia del ala
donde se bate contra el sueño un corazón.

Recuerdo entre visiones iluminadas por heraldos
la escalera invisible de toda reliquia
el canto que profana brújulas
y montaraces memorias en la pisada.

Pero hemos visto perderse lunas que jamás
se involucran,
astros que no saben como detenernos
que apenas pueden escoger un aliento
en el hemisferio y pervierten raices
de fuego y de mercurio en sus balsas,
manantiales que agitan extrañas promesas
y elucidan numeros para algebras de miedo
para desencantos ruines
lejos del amor y el pensamiento.

Desde ese cristal se renuevan
músicas de astros, viejas como preseas
de efigies en las paredes
estentòrea como un crepitar de algas en las murallas
encantadora de chimeneas cuando aplaza un cenit
su espera de tinbres inocentes con la muerte.

Dudas de cierto número, de aquel que es puerto
una constelación desciende mientras cae en la nube
una luz que forma centellas y labios
una superficie que esconde la providencia de la tarde
y entonces se hace postrera para renacer
cualquier pupila
y tomo un navío, sólo uno
para defender mis angeles y demonios
de las piedras.

Porque asi lo dicta el infierno.


Guillermo isaac paredes mattos