miércoles, 20 de abril de 2016

Lo Unico que se Humedece






Caminas con un arrebol ya que es lo ùnico
que se humedece.

Tu deseo es llegar a ese barco que parte 
a diario de los siglos y enfrenta demonios
en sus alambradas. Tal barco en algun 
lugar existe. Lo hace ademàs con un lunar
poètico.

Tu deseo es el conocimiento que parte con
la brisa y toma la direcciòn de las reliquias.

Uno de los goznes ha particularizado ese
suspenso que proviene de los tenedores. La
tarde -dicho sea de paso- es prosopopeyica
y superlativa.

Caminas con un tornasol y las manchas que
posee todo procolabismo en la sangre. Tambièn
debes recordar que la sangre es despòtica, 
es tirana y creo que neocultural en sus orgìas.

Pareciera que puede tomarnos. Que puede
alcanzarnos justo en el momento donde el eje
que mueve la tierra busca antediluvianas
panteras.

Pero ninguna pantera lo es. Ellas viven
entre neoliberalismos y semirrelieves muy
modernos.

Ellas cantan a los decimales entre los 
ejemplos que llegan transformados en 
ontologìas por los codos.

Ellas son la extraña sabidurìa de los
picahielos en las barbas.

Deja que se fermenten en los planos de
las futuras ciudades, deja que se pudran.

Caminas en estadios y procesos. Entre
oboes destruyendo en el esgrima los aulos.
Tù sabes que todo es irreconocible. Tu
habitaciòn por ejemplo es dirigida y
decidida en todos sus actos por los animales.

Pero uno de tus deseos se asemeja al niquel
que sueña en los bulbos y los pasaportes que 
envìa un reloj a las praderas.

Otro es para las montañas que teñiràn un 
dìa las montañas de rojo.

Pero tù. Tù lo unico que debes hacer es llegar
a una casa.

Eso sì. 

Acompañado de un arrebol porque es lo
unico que se humedece.







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