sábado, 16 de abril de 2016

Las Selvas de Caballos





Los nombres han cantado con un rostro de arena.
Los objetos se deslizan entre puentes de barro donde
se encuentran incrustadas las estalactitas. El humo
ha pasado por la sed, rodeado de extraños milenios.

El sol nos detiene en el acero de una mano blanca.
El viento escribe de las cosas profundas en los hilos.
La brisa que era un acertijo vuelve a la encrucijada.
En los territorios regresa para ser empalada una rama.
Los que eran diestros en los decimales unen sus encias.

Lo que anhelamos ahora, es el deseo del sueño en el helio.
Lo que miramos a travès de los parques y corredores
caminarà con metropolitanas constelaciones, el caos
derramarà un pedazo de vilo para cada ser sobre el
mundo, derrotado por la razòn en la espuma.

Los codigos despertaràn a sus peces en las fronteras.
Entre los velamenes se concentraràn tormentas suicidas.
El viaje por las herraduras habrà terminado y las calles
pareceran nervios de dorados limites que se ocultan.

Las casas que describieron los botes, lo haràn otra vez
con las branquias. Las ventanas de esas casas constituiràn
un universo de poleas que piensan entre reencarnaciones
y recorren los olivos y sus diametros de periscopios.

Seguramente quemaremos muchas cosas entre las boinas.
Posiblemente debajo de los lirios, el plan de una forma
escrutada por platanos de agua salidos de manantiales,
invadira de esquirlas los articulos.

Los nombres -màs que cantar- elegiran una promesa en 
el sueño, donde los ciclos de la cigarra por la noche
muestran divisiones ocultas de ensueño. En relaciòn a
ello -creo- desesperadamente empezaremos a buscar
las nuestras.

Los animales se enderazaràn entre naves de hordas
buscando ser màstiles. Los sonidos que produciràn al
hacerlo tendrà el latido de lo prehistorico y los lances
donde maravillosamente se despiden de la hojarasca,
conjuntos de mamiferos.

Habrà una flor, un recipiente adherido a las cabañas.
El sol que era un ladrido por la mañana, serà un edificio
de helices por la tarde, elevandose hacia los tatuajes.

Asi serà, es lo que dijiste mientras dormìas.

Cuando selvas de caballos recorrìan tu frente.




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