viernes, 8 de abril de 2016

Ceremonias





Crecieron entre civilizaciones.

Entre ceremonias con testimonios que llegan de
los cuerpos. Bajo menciones de un mundo con latigos
y verdugos que se trasladaban
entre fiebres.

Se encontraron a diario entre los maleficios.

Entre esas ceremonias vivieron rigidos como los caracoles
y anduvieron detràs del fruto seco adherido a un semaforo en
epocas de truenos. Juntaron camisas en las faldas
de una lampara verde.

Antropomorficos como sabuesos y picos.

Dividieron el sol y los cadaveres junto a reliquias nucleares
en las astillas de sus mesas.

Definieron una maldiciòn como el aparato logistico
de la nieve.

Observaron los verbos.

Observaron los incestos del piano y la melodìa del silice
en las iniciaciones del jardìn con ciclopes.

Se extasiaron en visiones cartomanticas de los espejos y dieron
a los troncos el color transparente de los enaguas.

Fueron asolados por mareas.
Acaso sòlo en los lirios demostraron ser capaces de llegar a los
eclipses y detener los promontorios donde las dentaduras se
transformaron en batistas.

Fueron alimentados por subtitulos y pelos.
Por sentencias en las siluetas de un sequito dirigido por
las cacofonìas.

Fueron tautologicos hasta la caida del agua y las remembrazas
del guano.

Esquivaron cartilagos antes que los telescopios llegaran
a separarse.

Detuvieron a los semidioses cuando se dirigìan a cortar
la cabeza de una humareda.

Fueron motivados por canales y sombras.

Sòlo despuès de mucho tiempo cavaron
en esas sombras.

Y desde entonces nos hablan.









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