viernes, 8 de abril de 2016

Bovedas Como la Sed





Te has quedado en la pupila.
Allì duermes como un secreto que no 
conoce algun conocimiento, tan solo lleva la
escarcha de un ave que danza. 

Erranteb entre diminutos horarios de 
bosques te alimentas de las yemas de los rìos
que son puertos.

Te has quedado en una reja.
No es que tus pasos no puedan tomar otro camino.
No es que tus pasos logren seguir a las estelas
en sus persecuciones. Simplemente habìa
un lecho en la faz de la tierra que
te aguardaba. No habìan màs
visiones.

Adioses de coral que unen el vuelo de los
gallinazos. Cuervos a travès de la pluma y la grasa.
Sonatas como el vidrio en el cuero, luego de
que los relojes oscilando en el cielo
te mostraban una forma de la
nada.

Copas y bovedas como la sed o como si las ramas
del àrbol fueran una reliquia que cumpliera pactos con
la inocencia bajo una inspiraciòn de aretes.

Nombres de galeones que cercan el tiempo y a lo
sumo de las cenizas del mismo, descuelgan iridiscencias.
Un segmento de luz que apila un misterio en su memoria
junto a gruas de olvido.

Te encuentras en el parpado.
Todas las raices estàn quietas para que ello suceda.
Todos los tallos comprendieron aquello que
no les pertenecìa.

Recien ahora estàs solo.

Deja que la luz que queda te ahogue en sus manos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario