La Realidad entre los Osos

Serà como dices.

En el interior de una estrella en la laguna que
posee un violeta.
En la historia de una aceituna conmemorando 
vertigos.

Y habràn continentes con el soplo de una marea
inmolando su estela en la resaca.
Una estela en la cual vive sòlo un instante el sacrificio
y luego vuelve al mar.

Incluso los rinocerontes que has colgado en el
pelo, asidos con puntas de agujas que arrancan la piel
a los relojes, construiràn sus bovedas.

En una avenida de papel seràn liberadas las arcas.

El jardìn por donde pasas, estarà lleno de maquinas
y bronces, determinadas por siluetas que entre el granizo
se deforman, para pensar todo lo que puede ser nombrado.

Las bocas del agua llegaràn a tu pelo con manantiales
secretos de una bahia y los embriones construiràn sus lupas.

Serà tal como està escrito en los prados.
Los niños devoraran sus juguetes dentro de los pinos.
Los recolectores regresaràn a las uvas atravesando puentes
de magnesio. Los hilos caminaràn por los precipicios
con una flor nativa.

Naceràn las percusiones de una manada.

Te alzaràs a las sienes con un dije descubierto en las 
sinagogas por el recorrido del aluminio. 
Preguntaràs por murcielagos que perpetuamente
mueren en los techos. Ellos tambièn conocen lo
desconocido. Te preguntaràs què clase de muerte 
es aquella y ya que la muerte no es perpetua
tendràs que esbozar lo infinito.

Algo como la tierra desenvainarà una carta. En ella los
ruecas llegaràn para leer y seràn sus ejes los sonidos de
una campana en el limbo.

Compararemos ese limbo a los nudos de una guitarra
formados en la boca. Te parecerà que las cosas empiezan
a traicionarte y los pasillos duermen entre bocanadas.

Serà como dices.

Justo en el momento que de las piedras salen a la realidad
los osos.