viernes, 8 de abril de 2016

Llegada a una Puerta





Porquè el sol es una entrada a la nieve si las
escaramuzas se baten a los lejos rodeadas de islas.

Porquè el salitre de las ojeras comunicandose con las
criaturas entre una noche que es purpura como el olor de
los feretros.

En què tejado que arrastra en los pasillos un 
olivo -casi siempre- marginal como los ejes de una inteligencia.

En què ciudad andando por el mundo y el oxigeno
desde un valle reclinado entre la enfermedad de maravillosos soplos
que dicen de las superficies, sòlo un nombre,
perdido en las anclas.

Porquè la aguja subiendo por la rueca con uno de tantos
horizontes en su seno. Porquè ese precisamente.

En què experimento de sangre en los bucles de la ciencia.

Porquè la suvbersiòn del titere entre un pubis donde
se arremolina el yodo.

En què escaleras que son sordidas, castigandonos
con el temple de una legaña.

En què esquina del minotauro tejido por una alegorìas
donde duermen por la tarde los cosacos.

Què clase de oregano, primordial y con dianas lavadas
por el brillo de los sabuesos.

Què nùmeros de palomas en el azafran, con himnos
que siempre pertenecen a los sòrdidos cantos del azogue.

Què estrella desde las constelaciones, que desde el fuego
de la memoria, olvidamos.

Porquè el racimo en la buhardilla de la axila con olores
de extraños telegrafos y territorios.

Cùal de las plazas con el adoquin milenario del velero.

Porquè el viento de este dìa nublado, donde las azoteas
lanzan sonidos a los cordeles donde madura en la humedad
la ropa.

En què abluciòn que arrancamos de los monasterios con
una gaita deforme.

En què navegante de aceitunas que forma su anillo morado
en los oidos y paralelamente el casco de un marginal equino en
el cual vibran las vertebras.

En què casco que has puesto sobre la flor de una mesa donde
los gitanos llegan por la noche buscando sus preguntas.

En què albumina donde la soledad mide el mar por
centigrados y hay algo invisible en cada uno de nosotros, algo
asi como una pesada cadena en cada paso.

Porquè la luz si habitamos la oscuridad de manera que 
una intuiciòn sòlo està hecha de leones.

En què puerta a la cual llegamos sin recorrer ninguna
calle.






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