viernes, 15 de abril de 2016
Ritual de una Ojera Roja
Busco el ritual de una idea, justo
en la hora del pelicano. En la mitad de un castillo
donde los muros muestra sus ojeras rojas.
En las santabarbaras de un pais que
anhela sus iglesias por la noche, alentado por
esquinas de camuflajes.
En las cofradìas de esas esquinas llenas
de descenlaces. Cuando sus reductos son
pieles de albumina y el polvo se orienta a una
màscara.
Tal ritual es un papel escondido donde las
palabras y los nùmeros se sientan y prolongan, en
una ciudad hecha de acasos.
En una edad de metal profanando los hilos
del acido, perfilandose en el aire igual
que un elixir.
Tal edad es un cefiro de carne encaramado
en las sirtes, oyendo el fìn del viento y del verbo.
Completa la escena una estrella de sangre.
Busco ese ritual que posea el zinc en una
bocina propiamente del sueño, junto a pabellones
que destruyen lo indomito.
Camino por esa historia que siempre se
derrama en las selvas, mientras planos de sartas
y aceites siguen a las cosas.
Entre estas huellas que pertenecen al sol nos
movemos, mientras esbozan su primera mirada
hacia nosotros.
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