domingo, 31 de mayo de 2015

Sentinas de los Sirgadores





Huele a silogismo en ese pájaro que
cruza la circunferencia.

A mensaje de espuma en sus redes de
polen.

A escritura donde el vacío inunda sus
extraños rascacielos.

Huele a recuerdo de lagunas  y tramas
de una cultura que baja de los hemisferios
acompañada de constelaciones.

Huele a parábola, a garza en los faroles.

A interpretación de confín en la ciudad.

A grillete que rueda en la profanación.

Hay en ella un aroma de estilo con ceremonias
en el infinito.

A casa y perpetuidad.

A historia de la estela que camina del 
vidrio a la composición, a alfiler
que toca el verano desde
una herida.

Huele a velocidad de cartilago.

A unidades de pieles desvaneciendose en
una buhardilla.

A claraboya donde asciende el peñazco.

A estaciones sin frutos.

A conceptos indómitos de un veterenario 
acerca de una lechuza.

Huele a reflejo que toma el sol sin una
reliquia.

Y lleva tal olor un perfume de
panteras

desvaneciendose en la sentina de
los sirgadores.




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