martes, 19 de mayo de 2015
Plano Astral
Cuando quitas la voz al agua y oyes el
de las piedras por las cuales esta fluye.
Cuando empujas un monitor hacia un acantilado
donde una hoja espera.
En la hora de acido de los portaviones.
En el sentido de la rosa en la arena y aquella
capacidad de la brisa.
En las formulas de los botones màs liquidos
del oceano.
En la electricidad.
En la sofistica profundidad del terciopelo
tejiendo una aurora entre sus dialogos.
Entre las formulas de las procesiones
y los imanes.
En las madrigueras donde el viento se
refugia como una alameda en las sienes.
En la idea dotada de levitaciones.
Cuando te toca retirar las raices de la realidad
y cuando no.
Mientras la practica vuelve a sus ejercicios
de hierro en un talisman
o las mareas se retiran del sueño con
una alegorìa en la boca.
Cuando buscas precipicios encerrados en
una planta donde hierve el sonido de
una infancia suspendida en la escama.
Cuando el puerto es de seudònimos y yelmos
que limpian la noche de atomos
En la longitud de la mimesis en relaciòn al
ambar de una cultura.
En el dibujo de una celula en el barro.
En la escena de una infecciòn
en la frente y la respiraciòn es un
lecho ordinario donde lo ortodoxo toca
sus extraordinarios juguetes.
En el salmòn juntando sus victimas.
En la respiraciòn peinando las paginas de
un cuaderno perpetuamente, como
si ello fuera todo. En la respiraciòn
al vocear.
En los bloques arcanos de las ciudades
con imitaciones tempranas de las bolicheras
enredandose en un pacto de follajes
con los puertos.
En los muelles de forajidos y extrañas
reliquias que guardamos de los suicidas.
En los bloques de una semiotica
varada en las piernas.
En las interpretaciones boreales de los cometas
- eso siempre sucede en el cielo-
y el marco del cosmos situando paraderos
y cementerios donde el brillo
no se apaga.
Donde tal brillo escarba hasta llegar a un sabueso.
En los candiles con marchas de psicopatìa
y bloques de espinas que acarician
los guijarros.
Cuando las silabas son galerìas que transitan
por un cuervo.
Y la historia de estas, viene a ser como un
escrùpulo que intenta dorarse entre
dibujos de gases.
En lo grotezco de un grito debajo de
una laguna.
En las narraciones del poder en un
anochecer donde la voluntad ha dedicado
un epitafio a una galactica psicodelia
de asfalto.
Cuando los asteroides te toman de las manos
para que en algùn instante no puedas
sostenerte.
Y aquello que acontece en lo
astral, sucede.
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