sábado, 23 de mayo de 2015
Las Mariposas Negra de la Luna
El dìa apocalìptico.
La silueta del cielo en un mensaje de
dunas.
El lenguaje profètico donde el diàlogo
relata las palabras sagradas, antes de convertirse
en figura.
El desierto en las cabelleras, mientras las estrellas
maniobran en el agua entre
estandartes de plata.
El lenguaje nuevamente, posterior a la espuma
y los puertos donde lo fragil se sorprende
de una silueta
en la intuiciòn describiendo relojes,
siniestros tiempos de agua, historias de carne y de
brillo
manteniendo el paso por la febrilidad,
en un fluorescente, en un trazo con las nebulosas y los
astros y entonces, en ese punto, las cosas preconizan
la ciencia de un sentimiento bañado de gallos
y rumbos como los que irradian
una noche
de filamentos nocturnos e idiomaticas
travesìas de fiebre
hacia el lugar donde empieza la tibieza.
El dìa apocaliptico, mistico, apodictico
en los ojos de una lechuza
o la brisa fraccionada, aquietando en un velo
la herida que en el fondo de su espiritu toma una
pregunta de la noche, de la psicologia,
de los rasgos esquizoides del agua
cuando toma el caso,
inverosimil de los trovadores,
cada uno -muy a su manera- intentando dormir
en las mariposas negras de la luna.
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