jueves, 28 de mayo de 2015

Cultura de una Torre






Esa cultura de torre.
Esa inspiraciòn llena de siluetas donde
el reflejo llega hasta el genesis
y los leviathanes.

Esa mantica empotrada en el sol
que no vemos.

Esa respuesta al mar mostrando un diluvio.
Un poema donde no empieza la soledad
y el craneo de la experiencia
elabora confines, sartas de jinetes, fulgores
que a veces inclinan dromedarios
y saetas.

Aquella muestra sobrenatural de un tordo
en los lenguajes de las enciclopedias
y los circulos de acido donde
el invierno empieza
a florecer como un tallo redimido por
la locura.

Ese lugar bañado de seudonimos donde 
las galerìas abren su paso de misterio
el nombre posible de la magia
entre divisiones de la razòn y los enunciados
de una raza en los clanes llamada 
a habitar los filos,
los sueños y los
seres de una anatomìa donde
la incandescencia toma la estela de 
un astro dormido en el cielo.

Un astro suspendido en la gravedad
de otro tiempo.

En los mortales vellocinos de otros
espacios.






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