Latido

Es antiguo el latido.
Lleno de supermercados y nieblas.
Glorioso el nubarròn y sus boreales escrituras.
Es borroso el pulmòn y la jaula entre juicios
de sangre.
El lugar donde se escriben cartas para si mismos
los muertos.
Es larga la luna, como un poema en extinciòn sobre
la estela.
Es antigua la visiòn del animal que transcribe el
lenguaje de las linternas sobre los
neumaticos.
Miscelanico el siseo del diametro, graficando el
clarear de una centrifuga historia.
Y latido tras latido el amanecer se colma
de transfiguraciones. Escritos en ellos se dirigen
hacia columnas de rigor donde la mantis
se alimenta.
Es extraña toda colecciòn de procesos nupciales
entre las galerìas.
Es casi un talisman, toda investigaciòn del advienyo
sobrte climax de crudos adioses entre
las galaxias.
Es astrològico el numen.
Hermafrodito como un angel que toca el mundo
desde sus crepùsculos.
Es lejano el corazòn como todo producto constitucional.
Acoplandose a veces entre amarillas iglesias de cromo.
-lugar intransitable para un eco-
Es palabra el latido.
Un eco del corazòn que camina por partes a lo 
milenario; màs que un esporadico color de ilustraciones.
Es un riesgo toda relaciòn con la luna.
Es toda sociedad con un verso remoto el compromiso
con perros y lunares que llegan de la bruma.
Es luminoso el recodo donde lo original deja
de serlo para empezar a trazar su vida de sedimento.
Son antiguas las circunvalaciones y el olor a 
leche de la noche, tan distante como un 
eje antartico. Subrepticio. Todopoderoso del barro
y los cartilagos en los dioses que abandonan
sobre la orilla de los rìos las membranas.
Para que sean tomadas sòlo por
los peces.