lunes, 25 de mayo de 2015
Adioses
Mi ciudad llena de redes o estas cosas
tenìan una camisa y algunas xilografìas
de gas en sus cabellos.
Ante ello conocì la duraciòn de mi paso
solamente, los
racimos de un holograma...
La tarde que vaciaba de resplandores el
avistamiento de una huella escrita por
los tahures en un flanco; esa tarde
aprendiendo a diseminarse en las hojas.
No eramos sabios cuando hablabamos del
sol o el milimetro, pero confeccionabamos
bocinas.
En cada avenida pensambamos en
la abstracciòn como
los ojos, sin poder despertar debajo del
oceano;el agua salada los cegarìa.
Quise pronunciar aquello que el sonido
escinde en las algas.
Caer por una alcantarilla.
Creer silogisticamente que era fecundo como
un angel extraño, visitado por las raices
o plagas.
Lo ùltimo lo reconocì en un semàforo y los
recursos estilisticos de todo màstil y
los eslabones que encuentran
una presiòn existencial,
el roce de una alarma,
el filo de una ambulancia con cabelleras
andròginas muy cerca
del follaje.
Pero no estoy hecho de adioses.
Mi historia es una identidad cerca de las
escalinatas donde la noche
reconoce su visiòn de plastico.
Borrandose entre la multitud.
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