jueves, 7 de mayo de 2015
Los Huesos del Ala
Toma nota de una ciudad que està escribiendo.
De sus estados de coma.
De sus ciclos al lado de un reptil con transitos
de estrellas.
Bebe en ella el sol que no serà felìz.
Has menciòn del ser que pasa por tu lado con
su portatropa.
Elevate a esa ciudad en cada paso, mira como
llena los acantilados de cosas que suceden
entre ella y sì misma.
Mira el producto de sus carbones en una de sus
alas.
Pon tu atenciòn fijamente en esa ala, porque en
la otra el ave te mostrarà sus huesos; en
ella no hay plumas, ni carne.
Toma nota de esa ciudad y de lo extraño que
serà para nosotros, que un ave pueda planear
con un ala construida sòlo por los huesos.
Màs aùn, cuando hemos sido nosotros, quienes
han arrancado a aquel ala, las plumas
y la carne.
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