sábado, 9 de mayo de 2015
El Aire para Respirar
Desde la niebla, la fantasìa es de platino,
-como lo remoto- y desde algunos mares segados
en la orilla por los yelmos de la tierra,
un oceano se detiene.
Ceremonias donde la abstracciòn cede
un eco en el pensamiento, una morfologìa de hierba
en los parpados,
una mitografìa como la edad del instinto
entre lo milenario.
Acentos de agujas prehistoricas
entre poemas que ascienden desde las venas
pronunciando nombres de faroles,
brillos de promontorios
y bòvedas,
alargàndose entre vidrios que recorren
los muros con un helecho,
junto a una marea
dejada por el viaje de la ceniza
a los colosos.
Acentos que estrechan
el azul de un conocimiento derramado por
los cipreces, este anochecer en que la tierra parece
aùn màs lejana que el jardìn donde
cotidianamente creemos en huertos, en el ave vacìa
como un templo, despidiendose
de ti, tambièn de este jazmin de luz
de este diminuto brillo
cubriendose de la penumbra
en las grietas de las piedras.
De esas grietas donde mi espiritu toma
el aire para respirar.
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