viernes, 22 de mayo de 2015
La Pisada del Arbol
Siempre con una pisada de àrbol
dirigiendome al mar, a la acustica no tan
diferente del zumbido en el aire,
elevado hasta la iniciaciòn
por una mosca y lo
sinòptico.
Y en esa pisada un diluvio.
Un yo poetico rascandose la nuca.
Una inspiraciòn alternando entre los minaretes
de un cauce,
un apocalipsis de gabardina y cera
en el limbo, penetrando las agujas que
sostienenlo; todas de eter.
Siempre, buscando una relaciòn con
los pajaros; los veo como semidioses que juegan
entre lo prodigioso y lo extraordinario
que puede significar una luna de
gabardina en sus pechos,
suspendida entre
rafagas.
La pregunta es: còmo puede vivir una
luna en el corazòn.
El hecho es que tambièn he visto esa luna entre
los pajaros diariamente.
Lo que no puedo entender es porquè
està rodeada de mastiles...
Porquè no hay navìos que este amanecer
nos guien.
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