sábado, 16 de mayo de 2015

Las Panteras Secretas




Imagino un dìa bajo esta palmera..
Es otoño y no hay sol.

-No sè si en algùn lugar del universo
existe un otoño, cuya caracteristica sea 
a diferencia del nuestro, vivir y hacerlo
perpetua, inmortalmente bajo el sol-

-lo cual es una pretensiòn-

Reflexiono en este dìa
lleno de làmparas y ojeras, en los 
recuerdos de estas aludiendo a inviernos
de lluvia, en que la razòn caminaba 
sobre escrupulos.

Miro el ave que roza por un instante el
tronco, en el mismo duermen islas de verde,
continentes de musgo que no tocan la
tierra, humedades como la de dios
despuès de muerto, desapariciones
y fulgores, como un retrato del brillo
ebrio de ciclopes.

Pero...Què harìa un dìa bajo esta palmera.
De què le servirìa al tiempo a la misma.
Què pensamientos llegarìan bajo esa
vigilia.
Cùal de esos pensamientos conciliarìa en
el interior del sueño algunas de sus visiones-

Todo un dìa. Lejano. Ausente, como si
una piedra dejara de hablar o la madera
engarzara a la realidad el viaje que hacen
en su interior las termitas, llenas de versos
y barcos tal vez, lleno de marineros quizà,
todo ello en la humanidad y las cavernas
prehistoricas de tales termitas.

Este dìa. Homonimo y cultural, hecho de
conos, presente como el vivir y el existir
de una casa, un dìa donde presionamos el
agua, el neumatico y el televidente
con esa intensidad propia
de lo polar y el dìa viernes que crece
en el alma como una enjuta idolatrìa de
escamas.

Semejante a una selva que deja vivir
sus panteras en secreto.




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