viernes, 8 de mayo de 2015

Estadios





Vive en mitad de tus labios.
Oye la voz de un piano por la noche
cuando es mas dificil para los hombres 
encontrarse. Se uno màs de esos hombres
que nunca logran hallarse.
Tartamudea al escribir y al hablar.
Se metafisico, semejante a una epilepsia
o las catarsis amarillas de los paramedicos.
Se individual como la razòn cuando acaricia
un pensamiento.
Posa un oceano en la mitad de tus dedos.
Se instantaneo como el vuelo de un buitre.
Mira las rejas de esta casa, no estàn hechas 
para que la humedad del otoño deje
en ellas el oxido, tienen funciones secretas
como la frustraciòn y la memoria.
Visita con màs regularidad los cementerios.
Dirimitè diariamente con sus tumbas.
Imita al crepùsculo en todo lo que hace.
Intenta ser absoluto como un conjunto.
Se alegòrico, igual a las cosas que funden la
hierba o como el rìo que transforma su orilla en
mèdula, sus escamas en metamorfosis.
Camina entre contusiones.
Sosegado como un hervìboro a la hora de
recoger un fruto. 
Plantea objetos en los charcos.
Toma el aliento que viene sin necesidad de
lo legendario, pero sin embargo conduce una 
historia que siempre serà diferente a 
la tuya.
Piensa en esa historia.
Acariciala de manera semejante a ese evento
donde tus roces son de plastico.
Pregunta por la oscuridad en el instante
de su resplandor.
Busca estados como la sal. El desierto,
la brisa que monta una caracola y 
la pantera de la ley en la cual aprendiste a 
reconocer el vacìo, a separarlo del caos por
ejemplo.
Se vulnerable semejante al brillo que inunda 
tus revelaciones.
Deja de aproximarte a la intuiciòn, se ella misma.
No busques el cielo como lo hacen las aves, tu labor
es encontrarlo de otra manera.
Vuelve a la razon nuevamente, todo en ella
serà siempre original, ademàs preparada
una metàfora para el siguiente dìa.
Tù recorre esa metafora.
Llenala de adioses.
Recuerda las regiones de su tierra porque en 
sus planetas se esconde un maniqui.
Pliegate al eco del bambù.
Al eje de fuego mientras camina por las aguas.
Se inhospito, vulnerable en todos los
sufijos.
Y cuando todo esto haya terminado, acercate
hasta esta organizaciòn de celulas.
Que no se te olvide contarme
como fue.









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