miércoles, 27 de mayo de 2015
Cabalgata
Primero fue la sensaciòn del oceano
a lo lejos. El verano mordiendo tras
las alambradas y las reliquias a trote
sobre evangelios de crines.
Luego una cabellera de agujas sobre
una linea, el nùmero abreviado en los
nombres de una caverna, iluminados
por jardìnes de peces.
Despuès constelaciones de alamos.
Divisiones de agua en un relàmpago de
aire, donde los crepùsculos dan forma
a las celulas, bajo galaxias de enigmas
y monasterios.
La existencia del coral con un fondo
de cipreses. Nos pregùntamos en què
movimiento la naturaleza habìa escrito
aquello, en què historia de sìmbolos, en
què calles de espejos.
Nos preguntamos, igual que un jinete,
ahora que ve en la distancia, sòlo
un manantial de interrogantes.
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