miércoles, 27 de mayo de 2015

Diferencia y Semejanza






La noche trae un árbol transparente.

Un reino de animales se alimenta del mismo
en la sombra.

Los vemos, transmigrar o levitar,
según el pensamiento que posee el musgo 
de nuestra individualidad, de los paises 
que tenemos en ella, de sus efigies
doradas. 

También los vemos elevarse desde la noche,
desde el árbol. Esto último podría ser
otra composición, pero no seré 
quien la escriba.

Todo esto pasa ahora que la distancia es 
atravesada por una bicicleta.

Sobre ella hay un hombre que mira la noche
de otra manera.

Eso es obvio.

Tal evidencia me lleva a pensar que estoy 
escribiendo algo semejante a muchas cosas, 
muy a diferencia de lo que creí al empezar
este texto.

Quizá mi error se deba a creer que empezé 
este texto pensando en que llegaría a 
algo diferente.

Sin pensar que el ansia de aquel, tan solo
era lo semejante.





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