martes, 1 de septiembre de 2015

La Sensaciòn de dos





Se llaman diariamente.
Se encuentran y caminan perdiendose al
final de la calle.

Podrìa seguirlos con la mirada pero otras
cosas buscan mi atenciòn; un ave en los cables de
los postes, el omnibus recogiendo a la gente
en una esquina, un periodico mojado en
el suelo.

Se buscan a diario. 
Al encontrarse lo primero que hacen
es tocarse. Creo que es en la sensaciòn donde
realmente conocen que es el otro; el de ayer, el
de hace unos meses, el del invierno pasado.

Dudo mucho que la mirada signifique
algo para ellos. Pueden ser seres
sensuales quizà, pueden encontrar desde la 
sensaciòn ese erotismo que es propio
de una metafìsica.

Y toda metafisica conjura su erotismo
en un casco, en otra esfera.

Y no sè de què paraje remoto los recuerdo.
Quizà alguno que vivì.
-por ello me es tan familiar-
Uno que trae reminiscencias y telas, uno que
adjunta nuevamente ese desierto que elegì para 
conocer desde el mismo una hoja, el
estilo del àrbol cuando escribe y es
el caer de la tarde quien se
desnuda llena de limites
para que suceda.

Nunca he oido el sonido de sus voces, puedo afirmar
que se dicen cosas por el movimiento de sus labios,
puedo volver a afirmar que es en la sensaciòn
donde ambos se encuentran porque
se tocan una y otra vez
hasta crear un idilio.

Y yo los sigo, los sigo hasta el final de la calle donde 
ambos se desvanecen.








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