La Hoja de Sangre

Muy cerca de los àrboles ha caido esta hoja
de sangre. No tiene estirpe. 
Los cadaveres han juntado en su boca sonidos
de sacrificios y palacios, el rostro
de un vidente aguarda en la arena, tal espera
es un simbolo palpando las sospechas
de un espectro.

Luces de fantasmas como el interior que 
reconocemos semejante a una mantica recibiendo
planos y dimensiones.

Luces de craneos como un libro pequeño y
asordado por un plateado sufrimiento, ese que
a veces golpea un alma.

Linternas de sudarios abiertos a los minerales, 
el nombre de lo sobrenatural despertendo en
un negro devenir de sepulcros como la vida
de los muertos; devenir que ofrece a los muertos
un instante màs de su existencia para decidir
nuevamente sobre ella.

Muy cerca de los àrboles ha caido, es de sangre,
la magia ha llegado para representarla, la magia
està posando en ella todos los oràculos que nos
ofrece la posibilidad, todos los sueños que caben
entre los descenlaces.

Mausoleos y criptas aguardan una leyenda en el
agua, cementerios de brillo ensimismados en una
botella, sostienen un fermentado olor de la carne
y como en un sortilegio donde se conjura a un
espìritu, el vidente toma las formas de lo siniestro
y las eleva a una figura.

Y muy cerca, muy cerca de los àrboles ha caido
una hoja de sangre.

Sòlo entonces la recojo.