miércoles, 22 de julio de 2015
Simil de una Hipnosis
El proyector que muerde
o el dibujo del simil, en una cadena de
agua, donde los valles son hipnosis entre
minusculas.
Antiguos reflectores de carne
bajo conjuntos de piel donde los animales
regresan a siniestras espumas
dotados de caballos.
Vemos el aspa junto al equino y las
praderas que inundan el universo de un mundo
menos cercano al nuestro, pero en el cual
lo que trasciende es representado
por la contemplaciòn y el
ritual
de la belleza en los papiros.
Belleza que presagia.
Que ofrece a los himnos la capacidad de una
tortuga.
Que recuerda fogatas entre lamentos de
cenizas.
Que invoca a los simios con sombras de platanos.
Belleza que coloca santuarios dentro de
la hojarasca, donde el plasma desolla nucleos y
acorazados de mimbre arrancados a los hombros de
la lluvia.
Belleza que desde el sol
cae entre los acuarios conjurando un oceano
de porcelana en alguno de las puertas de tu casa
donde ya antes nos convenciò la mirra
de un hecho religioso.
Uno llevando exactamente el soplo
de un desierto.
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