El Perimetro de esta Habitaciòn

El perimetro de esta habitaciòn pertenece 
al espacio.
El ladrido es del perro.
Y el punto mientras màs se aleja de la lìnea,
pertenece a la palabra.

Luego, una palabra no tiene silueta, a no
ser que la hoja se haya alimentado de la misma.

Pero eso es un misterio, una manifestaciòn
extraña de esos momentos en que el enigma
adquiere residencia, dosis de identidad,
belleza que en el fondo suele ser
tan pasajera.

Pero lo pasajero no es la condiciòn de la
belleza, eso es personal, muy subjetivo y proviene
de mi yo poetico como una conciencia que
atraviesa el poema, pero no debe 
determinarlo.

Y al margen de ello, el perimetro de esta
habitaciòn combina la vida con los àngulos
ademas del espacio.
-el ladrido sigue siendo del perro-
El aliento, es de las escamas, de un viento
casi profundo que trae llamaradas, 
ecuaciones.

Y esta habitaciòn, fuera de ese perimetro
es una ilusiòn, una forma de espejo
que a veces tirita, que completa
los silencios de su intima quiromancia con
lo satelital y lo apolineo, con las
sacudidas, con la llegada a la razòn 
donde el prisma manifiesta
al final de un poema tan solo un arcoiris,
voceado por los equinoccios de la
lluvia.