domingo, 12 de julio de 2015

Los Espejos Negros





Sé que parte de mi historía perteneció
a un papel.
A la estrella adulta del hierro.
Que en ese entonces no existían grandes 
intensidades y no había manera de que la noche
tomara una fogata, como jamás lo hice.
-en algún tiempo de la inocencia se dice que
somos acariciados por las fogatas-
El viento en ese entonces quemaba los hilos de
mis labios.
Había extendido un hecho como
el mar en mis ojeras, una leyenda semejante a una danza
que no viviría demasiado.
Yo era una prologo que buscaba acentuarse
en las boinas. 
Mi arqueología -empero- era construida por 
hormigas.
Era un horario que describía las comas de los
pétalos. 
Un color que se eleva o desciende según las anclas
que detenían los barcos en el oceano.
Yo era como cualquiera y facilmente hubiera
sido crucificado..
Y
grandes evoluciones eran testimonios.
Además meditaba como un relieve donde
un mundo termina...

Un mundo de espejos negros
para que en tiempos de oscuridad
sólo se reflejen las sombras.


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