sábado, 4 de julio de 2015

Leviathanes





El lenguaje es amarillo.
A determinadas horas es rojo como
las tardes en el verano.
En tiempos de lechuzas 
-no sabemos porquè-
el lenguaje evoca mandarines,
rostros azules tensados por un papagayo
en las palabras.

Este lenguaje es basicamente una
teorìa en los parpados
inundando las pupilas de hierro,
es un acontecer de iris fraguandose
en el aliento,
una dimension donde los griales
tocan los patios anunciando el regreso
de un vellocino
a secas, sin vanguardias.

El lenguaje es amarillo.
A determinada hora demuestra en las 
colinas, su sentido de la fiebre,
la interpretaciòn del mundo segun los
leviathanes y holocaustos.

Es un lenguaje que no ha sido
traducido aùn por las quimeras. Que
duda cabe.

Y sentado lentamente en esta habitaciòn,
-afuera el mundo se destruye lentamente-
yo lo creo.



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