jueves, 30 de julio de 2015

El Paisaje al Claudicar






El paisaje claudica -acontece como la muerte
de un chacal a lo lejos- acontece y deberìa,
deberìa entenderlo por ùltima vez. Yo que estoy
ebrio de grilletes y salmos en las oberturas, deberìa.
Acentuar mi vida en esa afirmaciòn, al menos 
parte de ella con la cual atravieso este dìa en
mi existencia, lleno de acantilados y distancias, 
lleno de antilopes.

El paisaje claudica; es como toda una vida ardiente
y las pupilas convirtiendose en parpados; hasta el sonido
de un iris nos dìrìa què mundos abren las yemas de 
nuestros dedos, cuando se posan sobre las mejillas,
hasta la ilusiòn del vuelo dejarìa de ser un ave, para
arrastrar objetos como un pensamiento en el aire.

Tù dirìas: Los paisajes acaban porque surgen
cosas como un pensamiento en el aire.

Eso serìa objetivo y su objetividad es cierta.

Pero no estoy buscando nada que sea objetivo esta
mañana.

Creo que la ùnica intenciòn  mientras escribo es que
sea verdad.

Y el paisaje mientras claudica, en relaciòn a esa verdad es
absoluto.




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