domingo, 26 de julio de 2015

Llegada al Corazón





Esta estación a veces guiada por la escencia.

Su actividad es el de un tulipan que apaga
a casa instante el lenguaje de sus propios
tropicos.

Sus poemas llenode frío y generalmente es
un albatroz desde los fiordos quien los recita-

-asumiendo que acontece-

Esta estación que parece desnudarse entre la
multitud y los pelicanos del horizonte.

Pero los pelicanos viven y mueren en los muelles.

Igual que un poema.

Esta epoca que se llena de acidos y camina como
posiblemente un pretoriano en el interior de una
espuela.

Este día que es una centella, un cuadro de la 
imaginación es su oceano; un solido creado por una
apertura.

Lleva camisas y cascos. Eleva sudarios y escapularios 
de capuchas, frentes como la suerte de una boina.

Es la negligencia de una varanda.
La ola sin pedales.
La cordillera que toma la inteligencia aún desde lo
sagrado.
La cupula del ozono que alcanza el helio.
Esta estación de jinetes que ya no recuerdan el oxigeno.
Que lleva en las flexiones del agua una palabra y en
esa palabra está condenado a lo profetico
por más que perciba lejanamente
su significado.

Esta marea que no vuelve al mar.

Esta estación de buhardillas, la luz creadora de una
sacudida que casi secular entiende el
movimiento en el espacio donde  aveces nuestras frentes
se hunden.

Rodeado por casas de silice.

Fluctuando entre lenguas y dioses que no aligeran su peso
en la caida de una lanza.

Y nosotros estámos en dirección a esa lanza.

-la estación que nos dice lo contrario-

Pero no logramos movermos.




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