jueves, 2 de julio de 2015

Adioses de Escamas





No conozco en sì, la propuesta de este idioma.
Tampoco entiendo las palabras que posa en sus
embarcaciones. He digerido un pan y un puente
y eso es todo. Lo sè sin ningùn coeficiente, sin
ninguna mancuerna o un tropo que sea feliz 
como el gerundio o la declinaciòn en esta 
solemne y mortal explicaciòn de polen.

Y entonces una saeta, la medida del bosque en
los estandartes cuando se desvanecen.

La exegesis foranea del sol cuando la razòn 
impregna de automoviles y pavimento los
objetos.

Entonces, el cristal donde una serpiente 
inunda a los cadetes, antes que el juicio sea
el batel de los fanales, con introducciònes
de caracoles y reptiles. Entonces el veneno sexual 
del aceite y la escritura del simil al edificar 
mamiferos.

Adjetivos que tensan reptiles en un àrbol
de palomas.

Cisternan que tensan y equilibran las 
distancias que humedece una tortuga, el 
siempre eclipsar del adviento cuando
nos comunicamos por medio de adioses.

Y sòlo las escamas lo saben.


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