lunes, 19 de octubre de 2015
Memoria
Piensas en el verso sin ninguna memoria, de esa
forma llegas a crearlo.
El mismo no dice nada que puedas recordar. El mismo
es una noche, donde los relojes tienen la apariencia de
un dìa y la superficie del mar se cubre de cavernas.
A continuaciòn la noche es alta como el espacio o el
tiempo y conoce del ser en la medida que escribiò en una
camisa o propuso temporadas de sueño entre sus
entrañas.
Altas las venas que segregan un bàculo.
Amarillos los indicios de dios sembrando en las alas
de la noche conjuntos de boinas.
Luego las sensaciòn de que aquello ya habìa sucedido; en
vez de boinas fueron algas.
Pero estamos en un verso.
Y estamos en èl sin ninguna memoria.
Desde ese pensamiento es como volvemos a crearlo.
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