sábado, 24 de octubre de 2015
El Poema y el Oceano
Luego el poema se extiende.
Un caballo vuelve a la tierra buscando
sus raices. Otro se eleva al cielo añorando los
cometas; es una dimensión ecuestre
de platino la que roza.
Y entonces volvemos a ver un corazón. Está
junto a un violeta que fue detrás de las grevas. Vive
en una conciencia de brillos con los pájaros
y las branquias. Ha seguido su pulso y el de algunos
hombres dormidos bajo los árboles.
En el punto donde empieza la superficie diría.
En el punto que el esqueleto del pez supone o alude
a aquellas branquias. Por éstas sabemos que
el poema se extiende, que es fisico, sepulcral o
axiologico, que es mental o tiene la
posibilidad de mas de un decenlace por la noche
cuando el sol ya no nos deja levantar la mirada y lo
hacemos. Pero el poema ha bajado la mirada.
Tuvo que hacerlo para encontrar una aleta.
Para tocar una branquia.
El poema bajó la mirada.
Y lo primero que encontró fue el oceano.
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