jueves, 15 de octubre de 2015

Efigies





Llegamos a la noche sin tener muy clara
una idea de la misma.

Inolvidable como la caida de un demonio.

Pero entonces preguntamos a aquel demonio.

Y la pregunta es: Cómo nos alejamos del poema.

Cúales son las cosas que debemos hacer para
que sólo camine entre nosotros, pero no 
se involucre en el texto.

Pero no tenemos respuestas.

Incluso en una de nuestras uñas florece un
barco.

Asi las palabras que fueron en busca
de tal ser adquieren mas de un significado.

Y la palabra adquiere el suyo.

Nace la definición de una mandibula.

Aquello que es legendario con su amor 
convertido en páramo, calza la especie.

Luego llegan las efigies.

Luego millones de relatos son una efigie.

Y todo lo vivido alejado de las palabras y 
los demonios,
se interna profundamente en el texto.

Tan profundamente.

Igual como lo hace un angel entre la 
realidad.





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