domingo, 4 de octubre de 2015
El Ciempies Cristalino
La luna como un recogimiento a diario.
Como un rasgo sexual de nombres creados por un juguete
o el ciempies cristalino que desciende de una montaña.
Como un rango de la espina o la idea de una vereda que
remueve en el agua, las pasadas ondas con que insinuaba
el misterio las plataformas del radio, un arcipreste y las
circunferencias.
-las màs doradas ante la materia-
La luna como un motivo para llenar vasos de agua.
Para implementar de noche las razones de una piedra
viajando por el aire.
-nosotros no podemos comprenderlas-
La luna como un viaje de la gracia y los sustantivos.
Del insomnio o los bucles de una radio cuando extasìa.
Cuando de contemplaciones se habla mientras dejamos
el palco de la retina entre otra idiosincracia.
Cuando los idolos acarician las anclas donde la espuma
bate conjugaciones de animales.
-algunas eroticas-
Pero es un erotismo basado en estadios que la estetica
propulsa en los puentes.
Un erotismo rozando la sensualidad de una flor entre las
piernas que por lo general es metafisica.
-eso suspende la creaciòn desde la època de las corolas-
Basta este crustaceo que sostengo en mis manos
para saber que es cierto.
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