jueves, 29 de octubre de 2015
Mapas de Alfileres
A determinada hora caminaba en una ciudad
como si un sauce emigrara. El evento de la luna
era verde y una flor celeste incendiaba el
paso de violines, boreales y terrestres.
Murcielagos teñidos por un canto invadìan las
epifanìas con una dimensiòn de lances. Soles
como la cautividad aludìan a dirigibles en los
rotulos de la carne, con serpientes invisibles.
El deseo se teñìa de cotas como una luz
donde advertimos el desarrollo del cielo;su
erotismo semejante a una sabidurìa que entre
mapas de alfileres, encrespabase.
En determinado momento los rascacielos
tomaban un hecho llamado trascendencia
hasta la apertura de los cisnes, en una
esquina de bolicheras.
Los cristales reproducìan el oceano.
Las lagunas avanzaban por la tierra buscando
peces. Vidrios sin direcciones soñaban
con el tiempo.
Reproducciones de latigos donde el ansia
de una ciudad volvìa al vertigo en los pabellones.
Y desde todas las ventanas de los mismos un
pàjaro de caucho unìa celulas edificando
asi los tallos.
Hasta la formaciòn de las corolas.
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